Deterioro
El IPC de marzo ha sido peor que la más pesimista de las previsiones y plantea a los inversores muchos problemas a medio plazo. En primer lugar, el mercado se ha atenido a los anuncios efectuados desde el Gobierno sobre los puntos a tocar para contener la inflación y las sociedades eléctricas y gasistas registraron un castigo ejemplar. La posibilidad de reducir la facturación de estas sociedades por la vía de las tarifas ha hecho caer al sector un 9,10% en el transcurso del año, según el índice correspondiente de la Bolsa de Madrid. El índice general de esta plaza sufrió un descenso del 0,73% en la sesión de ayer, 6,49 puntos. El mercado secundario de deuda también acusó las tensiones inflacionistas y el bono a 10 años obtenía una rentabilidad del 4,12% al final de la sesión, 0,05 puntos más que el día anterior.
Un problema añadido para las arcas del Estado vendrá por el rendimiento de los activos públicos, que deberán efectuar un ajuste al alza para no ofrecer rentabilidades reales negativas para los ahorradores. Además de la situación interna española, el conjunto de los mercados europeos no tuvo ayer su día y ofreció un comportamiento negativo, con la excepción de Francfort, que consiguió ganar el 0,06%.
La cotización del euro también se deterioraba y al final de la tarde llegaba a un mínimo de 1,0690 dólares. El cambio oficial del BCE fue de 1,0786 dólares por euro, mientras que la peseta obtenía un precio de 154,26 unidades por dólar. Al cierre de la sesión llegaba a 155,25.
[Wall Street siguió su carrera ascendente. El índice Dow Jones anotó otro récord, en 10.472,10 puntos, tras ganar 51,10, un 0,49%].
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