Aclaración
En relación con el artículo titulado El peso de un expediente judicial, publicado el pasado 10 de abril en la sección Gente de ese periódico, quizá sea conveniente aclarar, para mejor ilustración del lector y evitar interpretaciones equívocas, que el "inválido" era un joven de 1,80 metros de altura, con la salud "física" propia de su edad y sin dificultad alguna de desplazamiento; que la distancia a recorrer hasta el lugar donde se hallaba el expediente en que debía ser depositado el documento no llegaba a tres metros; que el expediente a remover al que el letrado debía incorporar dicho documento no pesaba más de doscientos gramos, y que no es normal que un letrado adscrito al servicio del Tribunal Supremo arroje un documento a la cara de un magistrado. Por último, la mejor defensa que tuvo el expedientado fue la propia declaración que en el expediente administrativo prestó quien firma esta carta.- Presidente de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo.
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