Chaves mantiene su hermetismo en el Consejo de Gobierno sobre el posible adelanto electoral

No hubo análisis ni deliberación, tampoco debate y reflexión. El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, mantuvo ayer su hermetismo sobre la fecha electoral en la reunión semanal del Consejo de Gobierno, órgano al que, según ley de Gobierno y de la Administración, debe comunicar la decisión antes de disolver el Parlamento y firmar el decreto de convocatoria. El presidente deja correr un día más en una semana clave pasa saber si los andaluces se encontrarán con una tercera urna el próximo 13 de junio, fecha de elecciones municipales y europeas en toda España, y en el caso de las comunidades con autonomía de vía lenta, también autonómicas.

"A ratos creo que sí y a ratos, que no". La frase pertenece a un cualificado dirigente socialista y fotografía con exactitud la situación que se vive en el PSOE y en el propio Gobierno en este momento. El presidente no ha comunicado a ningún dirigente de su partido hacia dónde se dirigen sus intenciones, pese a que, según coinciden las fuentes consultadas, dispone ya de todos los elementos de análisis para adoptar una decisión. La prerrogativa que le concede el Estatuto y la citada ley para convocar comicios "bajo su exclusiva responsabilidad" frena a los dirigentes socialistas a la hora de requerir una respuesta que tiene en vilo a todas las formaciones políticas, sin excepción, aunque mañana jueves el grupo popular planteará a bocajarro la pregunta en la sesión de control del Parlamento. Izquierda Unida y el grupo socialista también formularán preguntas relacionadas con la fecha, aunque de manera indirecta. De optar por el adelanto a junio, Manuel Chaves podría mantener la incógnita hasta el próximo lunes 19 de abril, último día de plazo para la firma del decreto de convocatoria para su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía al día siguiente. Ese mismo lunes podría convocar de manera extraordinaria al Consejo de Gobierno. En la reunión ordinaria celebrada ayer, el presidente "no dio ninguna información", ni se "debatió, reflexionó, deliberó y analizó sobre asuntos de elecciones autonómicas", dijo el portavoz del Gobierno, Rafael Camacho, quien recordó que los consejeros "tienen la obligación de estar localizados y localizables" durante los días no laborables. "También este fin de semana", apostilló. Pese al desconocimiento absoluto y de indicios certeros de qué es lo que piensa el presidente, lo cierto es que desde hace una semana en el PSOE sólo se escuchan argumentos a favor del adelanto electoral a junio, incluso en boca de dirigentes reacios al anticipo. El más repetido está planteado en relación no con una realidad sino con una hipótesis de trabajo y cuya formulación sería más o menos la siguiente: si no hay elecciones en junio, se celebrarían en otoño y luego vendrían las generales de marzo. Conclusión a la que llegan: tanta cita electoral provoca cansancio en el electorado y desmotiva la participación, último criterio esgrimido por Chaves tras haber comentado que no le gustaría la coincidencia con las generales y que desearía agotar la legislatura. Las fuentes consultadas señalan que aunque hay varios argumentos que puedan justificar el anticipo -en el PSOE circula la teoría de que el chaparrón de críticas escamparía a las 48 horas- no hay una razón clara para disolver el Parlamento un año antes de fecha y sin ningún problema de gobernabilidad que lo justifique. En este sentido, algunos dirigente socialistas recuerdan que cuando Chaves tomó la decisión de anticipar elecciones en la llamada legislatura de la pinza al no poder sacar por segundo año consecutivo los presupuestos de la comunidad, la mayoría de los miembros de la ejecutiva del PSOE era contraria a la disolución. El argumento de entonces, desde el punto de vista partidario, era el mismo que el que se emplea ahora pero a la inversa: las encuestas apuntaban una derrota socialista. .