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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Humillante penitencia

A los españoles privilegiados que tenemos la suerte de vivir en Marraquech, algún dios (deduzco que cristiano) nos reservó una peculiar y especialmente humillante penitencia para la pasada Semana Santa. Si bien nos libramos de la avalancha de películas religiosas que nuestra laica televisión nos ofrece, así como de las palmas, palmones y procesiones, debemos, por contra, sufir la horrorosa (digo bien: horrorosa) invasión de españoles maleducados que acuden en masa a nuestra sufrida ciudad.Me parece increíble que mis conciudadanos, acostumbrados como están a soportar la "visita" de auténticas marabuntas de norteños cerveceros, destrozafarolas y compra-sombreros-mexicanos, puedan convertirse en norteños compra-alfombras, llegando a Marruecos no en calidad de visitantes, sino como dueños absolutos de cuanto (y cuantos) encuentran en su camino.

La rabia que siento estando en España cuando se me acerca un norteamericano y me lanza una insufrible perorata en inglés sin tan siquiera un "buenos días" (ni un "good morning") y, sobre todo, sin haberse preguntado si yo (española en España) entiendo su idioma es la misma rabia que siento al ver a mis compatriotas aquí dirigiéndose a los marroquíes sin siquiera un "salamu alikum". Creo haber visto a estos mismos personajuelos que aquí se conducen como los reyes del mambo sudando sangre para hablar francés en París o inglés en Londres, así que, desgraciadamente, debo concluir que lo nuestro no es reivindicación lingüística, sino un triste problema de mala educación... ¿Puedo insinuar también un complejo de inferioridad?-

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