Comienza en La Haya el juicio a un acusado de matanzas en Bosnia
Crímenes contra la humanidad, infracciones graves de las convenciones de Ginebra y violaciones de las leyes de guerra. Éstos son los cargos que tienen que afrontar tanto uno de los dirigentes políticos bosniocroatas más relevantes, Dario Kordic, como el que fue uno de los comandantes militares del Ejército bosniocroata, Mario Cerkez. El juicio, que durará toda la semana, comenzó ayer en el Tribunal Internacional de La Haya, que depende de Naciones Unidas.
"La noche del 16 de abril de 1992, el pueblo de Ahmici se tiñó de rojo por las llamas y la sangre de la gente asesinada", recordó ayer el fiscal del caso, Geofrey Nice. La acusación ha preparado un informe de 700 páginas en el que aparecen 370 testigos que pueden avalar la limpieza étnica cometida contra cientos de musulmanes en el valle de la Lasva (centro de Bosnia, al noroeste de Sarajevo) entre 1991 y 1994. Si se les encuentra culpables, afrontarán una pena de cadena perpetua.La defensa de Kordic y Cerkez, según el fiscal, no ha sido capaz de presentar más que "un breve informe de pruebas circunstanciales distorsionadas". Y es que los dos acusados, que se entregaron al tribunal en octubre de 1997 para "limpiar" sus nombres junto con otros ocho mandos y dirigentes bosniocroatas, insisten en reclamar su inocencia. Se han declarado no culpables de los 22 delitos contra la humanidad de los que se les acusa. "La historia que cuenta la acusación no es más que una caricatura, una fábula de una realidad histórica", reiteró ayer la defensa.
Nacido en Sarajevo, Dario Kordic, de 38 años, fue uno de los más importantes responsables de la entidad croata autoproclamada durante la guerra en Bosnia. Presidente del partido de la Unión Democrática de Bosnia-Herzegovina, se convirtió en vicepresidente del Estado bosniocroata y en el caudillo de las fuerzas croatas desplegadas en el territorio bajo su mando. Ahora es el más alto dirigente bosniocroata en manos de la justicia. Cerkez, por su parte, tiene 40 años y era el comandante de la brigada militar próxima a Vitez, en la Bosnia central.
Una vez en la sala, Cerkez tomaba notas incesantemente, mientras que Kordic, con gafas y el pelo rapado, permanecía en actitud distante.
En la primera jornada del juicio, el fiscal Nice relató por lo menudo la "purga brutal cometida por las milicias bosniocroatas": Cientos de musulmanes civiles fueron expulsados de sus hogares, asesinados, violados y confinados en prisión. Los cargos contra Kordic datan de noviembre de 1991 a marzo de 1994, y los de Cerkez, de abril de 1992 a septiembre de 1993.
Geofrey Nice especificó ayer que la acusación no pretende demostrar que Kordic y Cerkez cometieran cada uno de los crímenes con sus propias manos, sino que no hicieron nada por evitar quedarse atrapados en una espiral de horror: "Puede ser que el tribunal deba considerar si se trataba de una combinación de su fuerza y flaqueza personal, quizá de sus inadecuaciones y ambiciones, lo que les condujo a haber permitido bajo su poder y autoridad un régimen de terror". Nice reiteró que no hay excusa para los crímenes que dejaron cometer a los hombres que tenían a su cargo contra los civiles musulmanes.
Los abogados de Kordic y Cerkez, además de alegar la inocencia de sus clientes, se quejaron ayer de la prolongada prisión preventiva -desde que se entregaron, a finales de 1997- en la que han tenido que permanecer hasta el comienzo del juicio. Además, insisten, se les había prometido un juicio rápido. Esta afirmación ha sido negada repetidas veces por el Tribunal de La Haya.
Los cargos contra Kordic y Cerkez fueron formulados en 1995, en un informe en el que se acusaba a otros cuatro croatas. De ellos, dos ya están siendo juzgados en La Haya, y los dos restantes se encuentran a la espera.
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