El PC francés critica la política "fascistoide" de Milosevic

El masivo respaldo de la opinión pública francesa a los bombarderos de la OTAN que, según las últimas encuestas, se sitúa actualmente en el 73%, ha llevado al secretario general del Partido Comunista Francés (PCF), Robert Hue, a matizar su postura ante la intervención bélica y a descalificar severamente al régimen de Belgrado. Sin dejar de reiterar su rechazo a los ataques aéreos, el dirigente comunista denuncia estos días "la práctica fascistoide del dictador" Slobodan Milosevic y proclama que la responsabilidad de todo lo que está pasando recae de forma abrumadora sobre el presidente de Yugoslavia. "Para mí, no hay duda alguna de que es un dictador, él es el responsable de la depuración étnica y algún día tendrá que rendir cuentas de sus atropellos", ha afirmado.Impensables hasta hace poco en un partido tan ligado a la ortodoxia como el PCF, las declaraciones de Robert Hue ilustran tanto el propósito de renovación política de los comunistas franceses, como la presión de una opinión pública impresionada por las imágenes de la deportación kosovar.

Paralelamente, la reacción solidaria de la ciudadanía está alcanzando un grado extraordinario. Más de 300.000 personas han comunicado su disposición a acoger a los refugiados, y la Cruz Roja ha recaudado más 40.000 cheques por un montante medio de 446 francos (11.150 pesetas) y recogido más de 700 toneladas de alimentos.

Salida política

La salida política al conflicto kosovar por la que clama Robert Hue parece haber empezado a activarse, de acuerdo con las declaraciones efectuadas por el ministro francés de Exteriores, Hubert Védrine. Según el jefe de la diplomacia francesa, a la "perseverancia" en el terreno militar va añadírsele, paralelamente, la búsqueda de una salida política con el concurso de Rusia, cuya aportación se juzga indispensable. La idea de una fuerza de intervención en Kosovo dirigida por la OSCE, y no por la OTAN, bajo la autoridad política de la ONU, cuenta con el decidido apoyo de París que trabaja desde hace días en esa dirección. Ayer mismo, el presidente francés, Jacques Chirac, conversó por teléfono con su homólogo ruso, Borís Yeltsin, en un intento por atraer a Moscú a una salida negociada del conflicto.Tras la conversación, la primera que ambos mandatarios han mantenido desde el inicio de los bombardeos, Chirac se mostró "satisfecho de constatar que Rusia quiere trabajar a favor de un acuerdo en el marco de Naciones Unidas, pese a las divergencias sobre la oportunidad de los ataques aéreos". Según el presidente francés, Moscú puede jugar igualmente "un papel muy útil para hacer comprender a Belgrado que debe responder a las demandas de la comunidad internacional".