La Pasión según Telefónica

Jueves Santo. El teléfono de casa empieza a hacer ruidos por la tarde, y al final deja de funcionar, no se escucha nada, y cuando suena, al descolgarlo, se corta. Llamamos desde el móvil a asistencia técnica (1002) y dejamos el aviso.Viernes Santo. El teléfono sigue sin funcionar; menos mal que hay móviles. Llamamos a asistencia técnica otra vez, luego ellos llaman al móvil para que les digamos qué le pasa al teléfono. Dicen que es un mal día, que a ver qué se puede hacer, que pasarán, etcétera. Mi madre se pasa todo el día esperando que vengan. Nadie viene. Hacemos va-

rias llamadas más a asistencia técnica. Que se está intentando, que han pasado el recado a averías.Sábado Santo. Más llamadas a averías. Hablamos con una supervisora. Dice que tienen el aviso, que lo ponen como urgente, que ya pasarán. Nadie pasa por la mañana. Por la tarde, mi madre, harta de esperar dos días, vuelve a llamar a las cuatro y le dicen que lleve su marcha, que se pondrán en contacto cuando vayan a venir. Mi madre comete el sacrilegio de marcharse al cine a las cuatro y media, casi 44 horas sin salir de casa, esperando, y, ¡qué casualidad!, por la ley de Murphy, pasan sin avisar y no estamos. Dejan el recado en el buzón y llaman a mi madre al móvil, y dicen que han pasado a las 17.45 horas. Dice mi madre de volver enseguida, y dicen que hoy ya no podía ser.

Domingo de Resurrección. Llaman a las 8.15 horas al teléfono, que no va, y luego llaman al móvil, que van a mirar si se puede arreglar desde la central. Mi madre se sube por las paredes (menos mal que hay móviles). A las 11.50 horas llaman desde la central, que ya lo han arreglado (sin pasar por casa).

Estimado señor Villalonga, menos campañas publicitarias millonarias, menos planes de Telefónica y más planes de atención al cliente, que, al fin y al cabo, es el que paga.-