"Soy candidato de carambola"

Antoni Asunción vuelve a la primera línea de la política activa como candidato de los socialistas valencianos a la Generalitat en un proceso de emergencia. Nacido en Manises, en 1951, asume el relevo de Joan Romero, ex secretario general del PSPV, con una campaña en marcha, pero está convencido de que el vuelco electoral es posible en sólo dos meses.Pregunta. En noviembre de 1997 negaba que quisiera ser candidato a la presidencia de la Generalitat, en junio de 1998 se presentó a las primarias y en abril de 1999 se convierte en rival de Eduardo Zaplana, ¿qué ha pasado?

Respuesta. Soy candidato de carambola. Me presenté a las primarias como resultado de una serie de desencuentros con el secretario general, Joan Romero. Los afiliados me pidieron que me quedara en casa y así lo hice. En esta ocasión, no he querido que quedara un hueco. Respeto la decisión de Romero de dimitir, pero a dos meses de las elecciones estas cosas no se pueden plantear, cuando ya hay una campaña iniciada... Yo levanté el testigo y dije: aquí estoy, en el lugar que queráis para un recambio.

P. Usted apoyó en su día a Carmen Alborch como candidata.

R. Carmen era la más adecuada. Si Romero fuera el mejor candidato yo no me habría presentado a las primarias. Yo creo que la aparente contradicción se matiza mucho.

P. ¿Tiene la sensación de ser un candidato que llega por la puerta falsa?

R. Está claro que yo no era el candidato que estaba previsto. Pero no voy a dejar un resquicio para que nadie lo explote.

P. La ejecutiva federal hubiera preferido que Alborch se enfrentara a Eduardo Zaplana.

R. No me preocupa. Hace una semana dije que Carmen era una magnífica candidata y yo estaba dispuesto a ir con ella en cualquier número de la lista. Pero Carmen no estaba disponible, y yo lo asumo.

P. Su actual papel ¿supone su rehabilitación política después de cinco años al margen de la vida pública?

R. No he estado al margen. No he estado en primera línea, he estado trabajando en la actividad privada, pero no me siento rehabilitado ni defenestrado.

P. ¿Le tenía vetado Felipe González?

R. No creo que sea así.

P. Un 35% de contestación en el seno del partido, ¿es grave?

R. Firmaría ese resultado en las próximas elecciones autonómicas.

P. Se sube usted a una campaña en marcha...

R. ...con los carteles de otra persona.

P. ¿Es una clara desventaja?

R. Hay que plantear una campaña diferente. La entrada no es clásica y hay que darle un sesgo diferente, que es lo que vamos a poner en práctica.

P. Apela usted a Lionel Jospin, que fue capaz de dar un vuelco electoral en Francia en apenas dos meses.

R. Los socialistas franceses, después de un periodo de cuatro años de ausencia del poder, consiguieron dar la vuelta en dos meses a unas elecciones que convoca Chirac para que Balladur revalidara la mayoría. Es una situación muy similar a la nuestra. Si somos capaces de hacer lo que hicieron los franceses, podemos ganar las elecciones.

P. Ha dicho que va a "tocarle la carita a Zaplana". ¿Cómo?

R. Es fácil, creo que es muy sensible.

P. ¿Tiene calibrados sus puntos débiles?

R. Sí, pero eso no lo vamos a comentar.

P. Eduardo Zaplana es un valor en alza en su partido, ¿eso supone un reto añadido?

R. Respeto todos los valores que el PP quiera atribuirle, pero tengo alguna ventaja: llevo muchos años más en la Administración con temas muy duros.

P. Zaplana ha propuesto un nuevo modelo sanitario cuyo exponente es el hospital de Alzira, construido con fondos públicos y cedido a una empresa privada.

R. La incorporación de recursos privados a fines públicos debe hacerse con las ventajas de la libre competencia, de modo que el ciudadano no se sienta cogido en un servicio tan esencial como la sanidad. Pero tal como se ha hecho se considera al ciudadano como a un mueble. La chapuza consiste en que han hipotecado a 15 años el área sanitaria pero además las letras están en blanco: "Ponga usted la cantidad". Y eso me parece peligrosísimo.

P. Es usted un empresario de envergadura. ¿Teme que le planteen problemas políticos al estilo de los que atraviesa Josep Piqué?

R. En absoluto. No tengo ningún problema.

P. ¿Qué piensa de la actitud del actual Ministerio del Interior ante la tregua de ETA?

R. Haría muchas matizaciones, pero prefiero privarme en una situación como la actual en la que creo que la unidad debe ser un exponente claro. Mi preocupación es que la tregua pactada con el mundo nacionalista no consiga controlar todo el entorno de ETA y que haya una escisión. En mi opinión, la violencia callejera no está controlada por la actual dirección de ETA.

P. El paso por el Ministerio de Interior ¿marca para toda la vida?

R. No, pero da una dimensión diferente de las cosas. A mí me marcaron mucho más las cárceles.

P. ¿Qué piensa del modelo de financiación autonómica?

R. Deberíamos corresponsabilizar más a las comunidades autónomas. Si hay corresponsabilidad en el gasto, también debe existir en el ingreso.

P. El PSPV ¿necesita más autonomía respecto al PSOE?

R. Eso lo da la impronta de los dirigentes. En mi partido, si andas preguntando te dicen lo que tienes que hacer, pero si no preguntas no te dicen nada. Yo jamás he preguntado lo que tenía que hacer.