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El PSOE se impone a los vencedores de las primarias en el control de las listas

El comité federal rechaza la candidatura navarra y logra que su líder admita rehacerla

Anabel Díez

El comité federal del PSOE hizo ayer que prevaleciera la opinión del partido frente a la de varios candidatos a presidentes autonómicos, vencedores de elecciones primarias, en la elaboración de las candidaturas para los comicios del próximo junio. El máximo órgano del PSOE rechazó, por primera vez en 20 años, una candidatura ya aprobada por la Comisión Federal de Listas, la de Navarra, después de que el aspirante a la presidencia, Juan José Lizarbe, amenazase con dimitir si le obligaban a incluir a representantes del sector del PSN que perdió las primarias.

Ese anuncio de Juan José Lizarbe, ganador de las primarias en Navarra, fue considerado un "chantaje" por el comité federal, que rechazó al completo la candidatura aprobada por el comité regional navarro. Igual suerte pudo correr la lista de Cantabria si su número uno, Ángel Duque, no hubiera pedido de plazo hasta mañana para pensar si asume la propuesta de candidatura, que no comparte.La unánime reacción del Comité Federal contra Lizarbe movió al candidato navarro a replantearse su amenaza de dimisión al poco de concluir la reunion del Comité Federal. Dos horas después, Lizarbe, su oponente en las primarias, Lola Eguren, y el secretario de Organización, Ciprià Ciscar, salieron del brazo para, con una sonrisa, anunciar una lista de unidad que incluirá a Eguren y a dos personas de su entorno.

Miembros del Comité Federal señalaron que el candidato Lizarbe, con el rechazo a su ultimátum por parte de la dirección socialista, había sabido lo que significa la soledad en medio de representantes del PSOE de todas las regiones y de todas las sensibilidades.

Por la mañana, el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, pusieron el dedo en la llaga. El presidente extremeño criticó a quienes se llaman líderes por haber ganado las elecciones primarias y consideran que ese triunfo lleva aparejada la capacidad de elaborar las listas electorales. Almunia pidió a los candidatos que no piensen en la composición de las listas porque parece que están preparándose para el día después de las elecciones y en las cuotas de poder que puedan conseguir dentro del partido.

Los conflictos de Navarra y Cantabria pusieron de manifiesto que ése es el nuevo problema que ha surgido en el PSOE como una consecuencia más de las elecciones primarias. Lizarbe, que en este caso es también secretario general del PSN, no se había dejado convencer por la Comisión Federal de Listas para que incluyera en su candidatura a la presidenta del Parlamento navarro, Lola Eguren, que compitió con él en las primarias y perdió. Durante días argumentó que estaba dispuesto a ofrecer un puesto a Lola Eguren pero a nadie más de su sector.

El secretario federal de organización, Ciprià Ciscar, encargado de resumir el dictamen de cada lista, no olvidó incluir en su informe la afirmación de Lizarbe de que si se le cambiaba la lista renunciaba al puesto. El candidato tomó la palabra para indicar que la lista aprobada por su comité era la adecuada para sacar al partido de la situación precaria que vive tras haber sufrido un desgaste muy importante por los casos de corrupción que afectaron a sus dirigentes. Pero el comité federal se había quedado afectado al conocer que Lizarbe amenazaba con dimitir, y Rodríguez Ibarra tomó la palabra para afirmar que el partido no podía aceptar chantajes.

Rechazo unánime

Por primera vez en 20 años un comité federal rechazó casi por unanimidad la lista que defendía Lizarbe. Horas después se llegaba a un acuerdo. El candidato a la presidencia de Cantabria, Ángel Duque, pidió de plazo hasta mañana para pensar si se mantiene en una lista con la que no se siente cómodo al haber sido elaborada por el aparato del partido, cuyo secretario general es Jaime Blanco.Gracias a que los dirigentes navarros llegaron a un acuerdo antes de la medianoche de ayer la dirección del PSOE tendrá un asunto menos para resolver en los próximos días. Para no cargar más de lo que ya estaba el ambiente, el Comité Federal decidió que sea la Ejecutiva el órgano que decida y arbitre "la fórmula jurídica" adecuada para el pacto de fuerzas progresistas, nacionalistas y ecologistas alcanzado por los socialistas de Ibiza.

La preocupación del PSOE de Ibiza estuvo hasta media tarde de ayer en un grado muy alto, dada la incomprensión, desde su perspectiva, que la Ejecutiva federal había manifestado hacia el acuerdo de las izquierdas en Ibiza. En la Ejecutiva federal no se veía con ningún agrado que su partido hubiera llegado a un acuerdo con Izquierda Unida, Esquerra Republicana de Catalunya, y otras fuerzas nacionalistas con la fórmula de agrupación de electores sin que los partidos y, sobre todo, la siglas de PSOE aparecieran por parte alguna. El diputado nacional por Baleares Antoni Costa exlicó ayer ante el Comité Federal la naturaleza del acuerdo. Todos entendieron, al parecer, la necesidad de llevarlo a cabo pues supone la posibilidad real de desbancar a la derecha.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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