El conductor apuñalado en San Fernando dice que una pareja le salvó de la muerte
"Me salvé por una pareja que pasaba con un coche por la calle. Si no, me mata". Así escapó de la muerte el taxista José Luis Ortega Martínez, de 42 años, víctima del último robo con violencia en el sector, que recibió seis puñaladas, tres en la cabeza y tres en el pecho, una de la cuales le alcanzó la pleura, el tejido que envuelve el pulmón.El autor de la agresión, un joven moreno de unos 22 años y de 1,70 metros de altura, usó guantes de látex, y le robó el coche. Fue perseguido por las policías nacional y municipal hasta que se estrelló junto a la carretera de Barcelona. Consiguió evadirse por un poblado de chabolas sin apoderarse del dinero del taxi.
José Luis se encontraba anoche ingresado en la sexta planta del hospital de la Princesa. Ayer empezaba a despertar de la pesadilla que comenzó a la una de la madrugada del jueves cuando recogió a un cliente en el paseo de la Castellana. "Era un chico joven, bien vestido. No sospeché nada. Me dijo que íbamos a San Fernando. En el camino comentó que la noche estaba floja; también me ofreció un cigarrillo. Todo normal". Al llegar a San Fernando, el cliente le dijo que se detuviese en la calle de Somorrostro. "Me paré. Sentí un golpe en la cabeza, miré hacia atrás y vi un cuchillo y sus guantes. Traté de escapar, conseguí zafarme y abrir la puerta, pero fue a por mí, salí del coche y le pegué con la puerta. Me cogió en la calle y me dijo que me iba a matar. En ese momento vino la pareja en el coche. Les mostré la sangre en el pecho y el hombre huyó en mi coche al verlos".
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