Estudiantes se despierta y luchará por el título
La cuenta atrás del Estudiantes para optar al título le obligaba a atrapar una victoria en alguna de las tres últimas jornadas. Atrapada está. Estudiantes se convirtió ayer en el quinto elegido para luchar por la gloria, tras el Madrid, el Barça, el Caja San Fernando y el Tau. Alcanzó el cuadro colegial tan lustrosa condición frente al TDK, que aún es el vigente campeón. Aunque no lo parezca.La distancia entre el TDK que tocó el cielo la pasada temporada y el de ahora es sideral. Este equipo está a años luz de aquél, por mucho que el técnico sea el mismo y por mucho que Creus siga siendo tan legendario y tan buen jugador como lo era entonces. Ocurre que en el TDK los extranjeros pintan más bien poco, un detalle que ayuda a explicar por qué el equipo está a un paso de despedirse del título.
ESTUDIANTES 82
TDK MANRESA 67Estudiantes: Gonzalo Martínez (5), Washington (20), Jiménez (9), Reyes (11), Vandiver (17); Bárcenas (11), Azofra (0), De Miguel (9) y Braña (0). TDK Manresa: Creus (6), Vázquez (14), Jones (5), Mills (11), Williams (9); Laviña (0), Capdevila (0), Moya (4), Montáñez (5), Lisard González (0) y Singlá (13). Árbitros: Martín Beltrán, García Ortiz y Requena. Unos 3.000 espectadores en el Palacio de los Deportes de la Comunidad.
Estudiantes cogió ayer aire y olvidó su pasado más reciente, tan tormentoso y tan oscuro, con Thompson cojo y el Barcelona disfrutando de la Copa Korac. Desde el primer instante enseñó los dientes, no en vano el partido arrancó con un triple del iluminado Vandiver, y siempre, incluso en algún que otro momento de duda, se sintió ganador. Al cuadro colegial le dio por mostrar una formidable puntería desde el inicio, y las ventajas fueron engordando a la misma velocidad que Washington penetraba en la cocina del TDK. Nunca hubo dudas y el marcador creció casi en progresión geométrica (16-5, 33-17, 44-24).
Alivió el TDK en cierta medida sus males antes del descanso, al que llegó 13 puntos abajo (49-36) y en la reanudación protagonizó un arreón que le llevó a mostrarse incluso amenazador (51-44, a 16 minutos del final). Sucedió aquello porque Estudiantes decididó sestear, como si todo el pescado estuviera vendido. Así las cosas, el TDK, a falta de otros recursos, le echó vergüenza al asunto, sobre todo Vázquez y Singlá. Y lo hizo, curiosamente, cuando ninguno de sus tres americanos estaba en la pista. Sentados en el banquillo permanecieron hasta el final del choque, lo que sin duda su equipo agradeció.
Pero el que sí estaba, aunque en el otro bando, era el también americano Washington, que junto a Vandiver despertó a los suyos con el mismo arrojo que le ha permitido alargar su periplo en el Estudiantes más tiempo del previsto. Washington protagonizó la jugada del partido tras una arrancada que coronó con un mate de concurso. Ahí, a tres minutos del final y con 75-62 en el marcador, murieron todas las esperanzas, si alguna vez las tuvo, del TDK, un equipo que abandonó sus días de gloria en el parqué del Palacio. Un equipo, en fin, al que habrá que empezar a llamar ex campeón.
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