Ibarretxe asegura que ni Ajuria Enea ni Lizarra sirven ya para conseguir la paz
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se situó ayer en una posición de equidistancia frente a los defensores del Pacto de Ajuria Enea y quienes sólo confían en Lizarra, y les advirtió de que para conseguir la paz es necesario un nuevo foro sin exclusiones. Para Ibarretxe existe el riesgo de "fractura social" si los partidos siguen utilizando la paz como arma política, y acusó a todos de "inmadurez" por pasear sus frustraciones frente a "una sociedad esperanzada". Xabier Arzalluz, en cambio, alabó a ETA por no responder al Gobierno y anunció la consolidación de la unidad nacionalista.
Ibarretxe abroncó ayer a los dirigentes de los partidos vascos y nacionales por la falta de diálogo, el clima de crispación, y por su falta de "madurez" para afrontar "la mejor oportunidad de conseguir la paz". Lo hizo al realizar un balance de los primeros 100 días de gestión del Gobierno conformado por el PNV y Eusko Alkartasuna (EA).El lehendakari, que la próxima semana comenzará la segunda ronda de contactos con los partidos para poner en marcha la nueva mesa de diálogo que dirija el proceso de paz, quiso dejar claro que, tal y como están las cosas, ni el Pacto de Lizarra ni el de Ajuria Enea sirven para este objetivo.
Aunque el PNV ha calentado el ambiente en la fechas previas al Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca), celebrado el pasado domingo, calificando la Declaración de Lizarra como "un plan de paz", Ibarretxe desmontó el esquema y lo consideró, junto a Ajuria Enea, como "una respuesta insuficiente".
Sin embargo, ayer mismo el presidente de su partido, Xabier Arzalluz, alabó a ETA por no actuar, y advirtió al Gobierno de que con su actitud se está consolidando la unidad nacionalista. "ETA ha visto tan claro que en Madrid les interesa tanto la kale borroka [lucha callejera] como un atentado que sigue sin actuar, cosa que yo realmente alabo como mente política. Está muy claro por dónde van las cosas y qué es lo que Madrid en realidad teme. Es decir, lo que aquí estamos formando poco a poco: una unidad nacionalista".
Más democracia
Ibarretxe hizo un intento por separarse de la estela de su partido -sobre todo después de que su Gabinete se sumara al paro de una hora convocado por los firmantes de Lizarra para el próximo día 12 contra la política de los Gobiernos español y francés, aunque lo redujo a cinco minutos- y facilitar así el acercamiento de socialistas y populares. El lehendakari repartió críticas para todos, pero insistió en que la solución al problema pasa ineludiblemente por el respeto a la "pluralidad" y el reconocimiento del derecho de los vascos a decidir su futuro. "A la paz no se le deben poner condiciones políticas. La paz no es una cuestión de precio, sino una cuestión de democracia. Será en base al respeto y a la democracia como debamos de proseguir en nuestro empeño", precisó.Tras el anuncio de los socialistas vascos de que no serán un obstáculo para una reunión de todos los partidos con HB, "sin condiciones previas", los esfuerzos de Ibarretxe se volcarán en el PP. "Necesitamos a todos. ¿Alguien piensa que es posible seguir adelante en el proceso de paz si en un nuevo foro no nos encontramos todos los partidos políticos? ¿Si en ese foro no está representado desde EH hasta el PP y el PSE?".
El presidente vasco cree que existe un riesgo de fractura social si la incomunicación de los partidos se traslada a una sociedad que está "esperanzada" con la posibilidad de perpetuar la paz. "Tenemos que actuar con responsabilidad para no utilizar la paz como arma arrojadiza, ya que corremos el riesgo de provocar fracturas y divisiones sociales", indicó.
Después de reunirse en los últimos meses con el Rey, el presidente del Gobierno, las víctimas del terrorismo y los familiares de los presos de ETA, Ibarretxe considera que hay puntos de encuentro. "Todos coinciden en que el final del conflicto debe ser dialogado", en que es necesario reconocer de manera efectiva el daño moral y material causado a las víctimas, "sin utilizar de forma partidista a este colectivo", y, además dar un giro a la política penitenciaria para acercar a los presos de ETA a Euskadi.
Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, respondió ayer a Ibarretxe desde Córdoba, diciendo que su política "es una desgracia para los vascos y para el conjunto de España". Mientras "no sea capaz de convocar una mesa que integre a nacionalistas y no nacionalistas", dijo Almunia, "quienes llevan la iniciativa son los violentos y quienes les apoyan". Carmelo Barrio, secretario general del PP vasco, acusó a Ibarretxe de ser "un simple comediante" de un guión de Xabier Arzalluz y Arnaldo Otegi.
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