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FÚTBOL 28ª JORNADA DE LIGA

Nueva lección táctica del Mallorca

El conjunto mallorquín hace un fútbol muy práctico y se impone con claridad al Villarreal en el Madrigal

Eficaz. Paciente. Férreo. Y sobre todo, muy trabajado tácticamente. El Mallorca volvió a ofrecer otra vez un perfil rocoso atrás e incisivo adelante para vencer al Villarreal y mantenerse así entre los grandes del campeonato. No será fácil apearlo. Buen presagio para la cita europea del conjunto mallorquín el próximo jueves, ante el Chelsea en las semifinales de la Recopa. Los sincrónicos relevos de los jugadores por las bandas, las diagonales de Paunovic, los cambios en el momento justo ..., Cúper volvió a dar otra lección táctica. El Villarreal, por contra, no pudo ocultar sus múltiples carencias ofensivas, acentuadas por la ausencia de su ariete Moisés, cuya brega y corpulencia sirve para abrirle los caminos habitualmente al habilidoso Craioveanu, que ayer, solo en el ataque, pasó un calvario. La falta de Moisés se hubiese notado cualquier otro día, pero mucho más ayer, cuando el oponente era alguien tan ordenado y abrigado como el Mallorca. El Villarreal sigue perdiendo gas a medida que avanza el campeonato (sólo ha ganado un partido en toda la segunda vuelta, ante el Valencia), aunque, sorprendentemente, a 10 partidos para que acabe la Liga, todavía conserva cuatro puntos de ventaja sobre los equipos que disputarán la promoción por la permanencia.Si bien el Mallorca fue marcando su superioridad a medida que trancurría el encuentro, siempre se encontró con la rapidez felina de Palop, que resolvía una acción tras otra. Así hasta que apareció Paunovic y el equipo de Cúper estableció el punto de inflexión. El centrocampista serbio, que decidió jugar pese al conflicto de los Balcanes, hizo la jugada del partido: recibió en el pico izquierdo del área grande, encaró a Gerardo, lo dribló con el cuerpo, se dejó atrás a otros dos defensores locales y centró al corazón del área para que Biagini aprovechara un error de García Sanjuán, que dejó el balón muerto. Biagini, que acababa de entrar en el campo, marcaba su sexto gol en la Liga y alimentaba así su fama de jugador decisivo cuando sale desde el banquillo.

VILLARREAL 0

MALLORCA 2Villarreal: Palop; Gerardo, Pascual, Robert, Albelda, Arregui (Christiansen, m. 79); Díaz (García Sanjuán, m. 60), Alberto, Gaitán (Javi Sanchis, m. 63), Alfaro, y Craioveanu. Mallorca: Roa; Lauren, Olaizola, Marcelino, Miquel Soler; Francisco Soler, Engonga, Carreras (Biagini, m. 66), Ibagaza (Arpón, m. 80); Paunovic, y Dani (Luque, m. 90). Goles: 0-1. M. 74. Biagini aprovecha un balón suelto en el área de Palop tras una jugada de Paunovic. 0-2. M. 88. Balón en profundidad para Dani y éste bate por alto ante la salida desesperada de Palop. Árbitro: Bueno Grimal. Amonestó, por el Villarreal, a Díaz y Alberto, y por el Mallorca, a Carreras, Ibagaza, Paunovic y Olaizola. Unos 12.000 espectadores en el Madrigal.

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El Mallorca, en cualquier caso, no lo tuvo sencillo. Doblegó al Villarreal en el último tercio cuando el resultado olía a empate. Hasta el gol de Biagini, a los isleños les faltó convicción para buscar una victoria que a tenor de su dominio se presagiaba. El Villarreal opuso voluntad y poco más. Se mostró espeso, cansino y sobre todo falto de mordiente. Irulegui dispuso un once con pocos creadores -sólo un renqueante Díaz-, demasiados pasadores -Alberto, Gaitán y Alfaro- y ningún rematador: el rumano Craioveanu estuvo ausente y cansado tras los partidos disputados con su selección.

El encuentro nació prometedor, con ritmo y continuas llegadas de un área a otra. El Villarreal inauguró y concluyó su casillero de ocasiones en el minuto tres. Alfaro recibió un preciso pase en profundidad de Gaitán, pero desvió en exceso el esférico en la salida desesperada de Roa. Fue un espejismo, pues la réplica llegó pronto por parte del Mallorca tras dos remates de cabeza del internacional Dani. La buena predisposición de los contendientes pronto pasó a una mejor vida, entrando en un periodo insulso, con un ligero dominio del Mallorca, producto de la presión que efectúa la defensa adelantada y el centro del campo balear. Mucho toque, poca profundidad y las pocas incursiones bermellonas eran anuladas por un Palop en su línea: brillante.

El segundo periodo tuvo un comienzo calcado al primero. Craioveanu recibió un pase interior de Gaitán, pero el rumano se encontró con Roa en la que fue la única intervención del partido del portero argentino. Fuegos de artificio.

El Villarreal fue apagándose poco a poco debido a la indolencia y pesadez de sus centrocampistas, especialmente de Gaitán, un jugador bien dotado técnicamente pero sin chispa. El técnico del conjunto castellonense se dio cuenta de esta circunstancia y dio entrada a Javi Sanchis en busca de aliento para un centro del campo asfixiado por la presión del Mallorca, encabezada por un Engonga que parece que participa poco, pero que lo hace mucho: cubre mucho campo.

Héctor Cúper respondió al cambio de Irulegui dando entrada a Biagini, señal inequívoca de desprecio al empate, y le dio resultado. El Mallorca intensificó el dominio e hizo trabajar a destajo a Palop, que no pudo evitar el gol a bocajarro de Biagini tras una jugada de Paunovic.

Un gol que refrendaba lo que estaba ocurriendo en el terreno del juego. El Villarreal, impotente, quería pero no podía. Por su parte, el Mallorca dejó la sensación de que manejó el encuentro como quiso. Si no lo decantó antes fue por falta de atrevimiento.

Con el equipo local ya desesperado, tratando de empatar con tesón y pocas ideas, Dani, muy apagado toda la tarde, constató su calidad con una finalización excelente de un contragolpe. Cruzó elevado el balón ante la salida de Palop.

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