Las fiscalías específicas hacen aflorar más casos de malos tratos en el hogar. El registro de agresores permitirá saber también los delitos y faltas que hayan cometido antes

Las fiscalías del País Vasco y Navarra han constatado un significativo incremento de los procedimientos abiertos por malos tratos después de que a finales del año pasado se crearan servicios específicos dirigidos a perseguir este tipo de delitos. A pesar de que los datos aún son incipientes, al no existir un seguimiento exhaustivo anterior, los encargados de centralizar estas causas consideran que la implantación de un fiscal por provincia permitirá crear un archivo de agresores. Uno de sus efectos será conocer exactamente los casos de maltrato reiterado y aplicar criterios de unidad a la hora de juzgar agresiones, cuando antes se hacía por cada acto. La alarma social que desde diciembre de 1997 ha causado la escalada de denuncias por malos tratos domésticos determinó que la Fiscalía General del Estado ordenara el pasado octubre a todas las fiscalías españolas crear servicios especiales para esta clase de conductas delictivas. Las denuncias por agresiones en el hogar, y amenazas y acoso fuera de la familia se han incrementado de manera muy destacada desde la designación de estos representantes del Ministerio Público. "La cifra que hemos consignado es altísima, de asustar", indica la fiscal navarra. "Se puede decir que registramos más de un procedimiento nuevo cada dos días". En Guipúzcoa, la otra provincia que cuenta ya con estadísticas aproximadas, mientras el año pasado se incoaron un total de 60 asuntos por malos tratos en y fuera del hogar, en solo los dos últimos meses, con las fiscalías especiales, se han registrado 40. Los fiscales que centralizan ahora los casos de maltrato doméstico destacan la falta de unificación en el tratamiento penal existente hasta la creación de las fiscalías específicas. Esta circunstancia dificultaba lel conocimmiento de datos previos totalmente fiables. "La gravedad de las conductas continuadas no se apreciaba en toda su dimensión, ya que se tramitaban muchas faltas sin un criterio unificador", señala Luis Navajas, fiscal jefe de la Audiencia guipuzcoana. La actividad de estos fiscales especializados incluye la creación de registros en donde aparece cada uno de los agresores, de manera que se unan faltas y delitos previos para conformar un perfil completo del supuesto delincuente. Sin embargo, los fiscales encargados del seguimiento de estos asuntos no cuentan con la exclusividad para esta parcela, debido a la escasez de personal que sufren las fiscalías. "Es complicado que ningún fiscal pueda dedicarse sólo a estos temas por la limitación de las plantillas", destaca María Ángeles Montes, fiscal jefe de Vizcaya, una provincia que dispone de una plantilla de 37 profesionales. Retirada de denuncias En el caso de Álava, es el propio fiscal jefe, Alfonso Aya, el que ha asumido las funciones en este terreno. Aya resalta cómo desde la puesta en funcionamiento del servicio, a principios de año, se ha registrado una cantidad "poco significativa" de asuntos. "Seguimos teniendo los mismos problemas de retiradas de denuncias que antes, y si no colabora el denunciante hay poco que hacer", indica por su parte la fiscal navarra, quien considera que esta marcha atrás en el procedimiento constiuye una conducta "muy habitual". La legislación vigente sólo contempla un criterio de acumulación de asuntos en el caso de la violencia familiar, ya que en el resto de las actuaciones -coacciones o amenazas fuera del entorno familiar- los procedimientos que cuentan ya con condena son cosa juzgada y concluida. Los fiscales consideran esta circunstancia como una limitación, ya que muchos de los casos no afectan de manera estricta al ámbito de la familia, al tratarse de antiguos novios, exmaridos o compañeros sentimentales