Francia planea rebajar las cotizaciones sociales de los salarios más bajos
Contra lo que preconizaron hasta su llegada al Gobierno, los socialistas franceses están decididos a rebajar las cargas de los salarios más bajos para facilitar la aplicación de la semana laboral de 35 horas y fomentar la creación de puestos de trabajo. Los dos grandes rivales en el Ejecutivo de París, el ministro de Economía, Dominique Strauss Kahn, y la ministra de Trabajo, Martine Aubry, comparten ahora este objetivo, si bien difieren sobre la fórmula a aplicar.
El titular de Economía pretende que la mitad de los 90.000 millones de francos (2,25 billones de pesetas) con que se piensa aligerar los costes laborales salga del presupuesto de las ayudas al empleo, ya comprometidas en buena medida. Martine Aubry plantea, por su parte, que la rebaja de las cotizaciones sociales sea financiada con un retoque del IVA, propuesta recibida en Economía con evidente recelo por los efectos que tal medida podría provocar en la inversión. Así las cosas, el primer ministro, Lionel Jospin, parece abocado, una vez más, a arbitrar entre los dos pesos pesados de su Gabinete.El proyecto sobre el que han trabajado los expertos del ministerio de Martine Aubry contempla la reducción de las cargas de aquellos trabajos pagados con sueldos inferiores al doble del salario mínimo. La mitad de la rebaja, 45.000 millones, sería financiada por el Estado y la otra mitad vendría del aumento del 0,8% del IVA a determinadas empresas, en beneficio de aquellos sectores que emplean abundante mano de obra.
Pese a los esfuerzos del Ministerio de Trabajo, las negociaciones para la aplicación de las 35 horas sigue encontrando obstáculos considerables. Según se reconoce en un informe dado a conocer ayer, el equipo de Martine Aubry constató en su balance del pasado año que las negociaciones para la reducción del tiempo de trabajo provocaron el efecto perverso de frenar las discusiones sobre los bajos y medianos salarios en ciertos sectores de actividad, de forma que los incrementos de sueldo han sido poco habituales.
En cuanto a las cifras de paro, el número de solicitantes de empleo en Francia aumentó ligeramente, un 0,3%, durante el pasado mes de febrero, de acuerdo con los datos facilitados ayer por el mismo ministerio de Martine Aubry. Sin que la cifra, que sitúa el paro francés en el 11,5%, pueda considerarse catastrófica, el dato abre el interrogante sobre la posible quiebra de la tendencia a la reducción del paro marcada a lo largo del último año y medio.
El efecto psicológico de la noticia resulta indudable, habida cuenta que el Gobierno francés debe hacer este mismo mes su primer balance sobre los beneficios de la aplicación de la ley de las 35 horas.
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