Cambio desafortunado

Al igual que otros cientos de padres que se encuentran en la misma circunstancia que nosotros, tenemos una hija alumna del colegio Cardenal Marcelo Espínola, sito en Madrid en la calle del mismo nombre. Por suerte, o más bien desgracia en nuestro caso, hemos cometido el delito de llevar a nuestra hija, de seis años, en coche al citado centro. Antes se podía entrar desde la cuesta del Sagrado Corazón o por Pío XII, ya que la calle del Cardenal Marcelo Espínola era una calle con circulación en ambos sentidos y con una cierta fluidez de tráfico.Desde hace un mes aproximadamente venimos sufriendo el desafortunado cambio que han hecho los expertos responsables de circulación de este Ayuntamiento, consistente en quitar el doble sentido de circulación de la citada calle, dejándola como calle de un solo sentido, eso sí, con dos carriles, uno de ellos inservible por los coches que aparcan en doble fila.

Por si el desastre fuera poco, hay un edificio de oficinas en medio de la calle rodeado de coches mal aparcados por estar prohibido y con coches en doble fila para acabar de facilitar el tráfico.

Este edificio hay que rodearlo tanto para entrar en el colegio como también para salir del mismo, por lo que llegamos a la pescadilla que se muerde la cola. No se sale porque no se entra y no se entra porque no se sale. El resultado es fácil de imaginar: la calle colapsada. ¡Sencillamente genial!

En resumidas cuentas, un tramo que en condiciones normales se recorre en cinco minutos escasos, ahora se hace en una hora y, como son dos veces al día....

¿Podría indicarnos algún experto qué podemos hacer con nuestra hija? ¿Le hacemos un abono transporte y que se busque la vida? ¿Nos gastamos 10.000 pesetas en el transporte escolar todos los meses, hipotecándonos a su rigidez horaria? -