Sólo tres piedras y unos planos
La iglesia de San Juan Bautista, donde fue enterrado el pintor Velázquez en 1660, era una de las más antiguas de Madrid. Posiblemente sobre un templo anterior, se levantó en 1254 esta iglesia.En San Juan tuvieron capillas y enterramientos propios algunos de los principales linajes madrileños, como los Luján, Solís, Herrera y Arias Dávila. Todos ellos, en opinión de los estudiosos, compartían enterramiento con el pintor sevillano de la Corte. De la iglesia apenas quedan documentos. "Sólo se conservan unos planos de planta [siglo XVI], pero nada que indique cómo era su interior, los elementos que la integraban o cómo estaban distribuidas las tumbas", se señala en fuentes consultadas en la Comunidad de Madrid.
Quizás uno de los pocos testimonios válidos sobre el aspecto exterior de la iglesia sea el del cronista Pedro de Répide, que da fe de tres piedras redondas situadas sobre la puerta principal: en la situada en el centro había esculpida una cruz; en la de la izquierda, un cordero con una bandera (emblema de san Juan Bautista), y en la de la derecha, la inscripción del nombre de Cristo en letras griegas que usó Constantino en su estandarte imperial, señal de haber sido iglesia de católicos y no de arrianos. Este templo, así como las grandes casonas de los nobles cercanos y el propio Alcázar de los Austrias, estaban conectados entre sí por pasadizos que permitían el paso subterráneo de unos lugares a otros.
Ese entramado de túneles y galerías es el que ahora la Comunidad quiere utilizar para llegar a la tumba -si existe- de uno de los mayores pintores de todos los tiempos.
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