Los arqueólogos piden ayuda técnica para atravesar los túneles de la cripta de Velázquez
La búsqueda de los restos del pintor Velázquez en el subsuelo de la plaza de Ramales se complica. El mal estado en que se encuentran los viejos túneles que pueden conducir a la cripta donde fue enterrado el artista aconseja la elaboración de un estudio técnico y de seguridad antes de que los arqueólogos se adentren por estas conducciones. Fuentes de la Consejería de Educación explicaron ayer que, en virtud de los resultados, se estudia ahora combinar la búsqueda de los restos tanto a través de los pasillos subterráneos como desde el exterior con sondeos profundos.
El enigma sobre la ubicación de los restos del pintor de la corte de Felipe IV continúa. Los arqueólogos regionales, ante el mal estado de los túneles que conducen a la cripta donde fue enterrado el artista sevillano, reclamaron ayer la ayuda de ingenieros para determinar si existe o no peligro de derrumbe en estas galerías (véase EL PAÍS del pasado domingo). Este estudio será definitivo para elegir el camino que seguirán los especialistas de la consejería que dirige Gustavo Villapalos en su búsqueda de los restos del pintor.Fuentes de la Comunidad explicaron ayer que "el mal estado de las galerías examinadas puede obligar a combinar el rastreo subterráneo con otro desde el exterior, mediante la realización de profundos sondeos en mitad de la plaza".
Templo demolido
Diego de Silva y Velázquez fue enterrado en la iglesia de San Juan Bautista en 1660. El templo se erigía a escasos metros del entonces alcázar de los Austrias que, en el siglo XVIII, dejaría paso al palacio de Oriente. En 1809, José I Bonaparte ordenó la demolición del templo con el fin de aumentar los espacios libres frente al palacio, ya que estaba rodeado de edificaciones públicas, privadas y eclesiales. Pero la demolición, según algunos historiadores, sólo afectó al alzado de la iglesia, no a la cripta donde descansaba el osario del pintor y de un grupo de notables del Madrid de los Austrias. De aquellos restos nunca más se supo. En el siglo XIX se llevó a cabo una búsqueda, pero fue infructuosa. En 1961, el Ayuntamiento levantó en la plaza un monolito en memoria del artista.Los técnicos de la Comunidad consideran que la cripta donde reposa el artista puede encontrarse en la zona sur de la plaza, justamente hacia donde se dirigen los subterráneos por donde los arqueólogos quieren colarse. Si se llevan a cabo los sondeos, sería necesario cerrar al tráfico este espacio urbano, ya que habría que utilizar maquinaria pesada para profundizar unos ocho metros. Una técnica parecida se practicó durante las excavaciones de la plaza de Oriente, en 1996. De esta manera aparecieron viejas dependencias de la llamada Casa del Tesoro, precisamente el edificio donde habitaba el pintor sevillano y que ocupaba aproximadamente lo que ahora es la calle de Bailén y parte de los jardines de la plaza.
Pero, junto a las labores mecánicas de limpieza de los subterráneos de Ramales, Cultura pondrá en marcha otros trabajos científicos. Según un informe técnico en poder de los responsables de la consejería, se hace necesario efectuar un seguimiento de los archivos de los descendientes del pintor. Aunque las primeras investigaciones señalan que los restos del artista nunca fueron trasladados a otro lugar, "siempre existe la posibilidad de que en el siglo pasado algún descendiente decidiese darles otra sepultura".
Descendencia real
¿Y quiénes son los descendientes? Según explica el historiador Juan Antonio Gaya en su libro Velázquez, Diego de Silva y Velázquez se casó con Juana Pacheco, hija del también pintor Francisco Pacheco. El matrimonio tuvo dos hijas: Inés y Francisca. Esta última contrajo primeras nupcias con un artista llamado Juan Bautista Martínez del Mazo. Fruto de este matrimonio nació Teresa Martínez del Mazo y Velázquez. Una de sus hijas se casó con el conde austriaco Reuss-Köstritz. Dos generaciones después, los descendientes del pintor sevillano entroncaron con la casa de los príncipes de Hohenlohe-Lagembourg, de donde proceden las dinastías de Castell-Castell y Leiningen, unidas a la alta nobleza centroeuropea.Según Gaya Nuño, son descendientes de Velázquez el príncipe de Liechtenstein, la princesa de Luxemburgo y los reyes de Holanda y Bélgica.
De todas formas, y ante la posibilidad de que no se puedan identificar los restos de una manera sencilla (por ejemplo, por la desaparición de la lápida que los cubrió ), uno de los más prestigiosos forenses mundiales, José Manuel Reverte, se ofreció el año pasado -momento en el que se comenzó a hablar de la búsqueda- a realizar pruebas de ADN en el osario. Reverte, profesor emérito de Antropología Forense y Medicina Legal de la Universidad Complutense, considera que los restos del insigne pintor siguen allí abajo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.