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Moncloa rechaza la propuesta socialista para privar al Senado de su condición de Cámara legislativa

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno rechaza tajantemente la propuesta del PSOE, recogida en su Manifiesto Autonómico, de convertir el Senado en una mera Cámara de representación territorial y constituida por miembros elegidos exclusivamente por los Ejecutivos de las comunidades autónomas. El secretario de Estado de Administración Territorial, Francisco Camps, argumentó ayer a EL PAÍS que la propuesta socialista "rompe el amplio consenso alcanzado en la ponencia de reforma del Senado entre todos los partidos". El Gobierno se niega a que el Senado pierda su actual orientación de Cámara legislativa de segunda lectura y de control del Ejecutivo y a que sus miembros no sean elegidos directamente por las urnas. "Alejaría aún más al Senado de la calle", argumenta Camps.La propuesta de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, conocida este fin de semana, de desaparición del Senado como Cámara legislativa y su reconversión en Cámara de representación territorial, siguiendo el modelo del Bundesrat alemán, ha sorprendido al Gobierno. Sin embargo, el portavoz socialista del Senado, Juan José Laborda, señala que esta propuesta, cuyo objetivo es el consenso, estaba recogida en la oferta autonómica que el PSOE entregó al Gobierno en marzo de 1998.

La diferencia de esta propuesta respecto a la de marzo de 1998 radica, según explica Laborda, en que "los socialistas preveíamos la constitución de una Cámara formada por miembros elegidos por los Gobiernos autónomos como una segunda fase del proceso de reconversión del Senado" ya que "la primera sería la elección de sus miembros por los Parlamentos autonómicos". "Nuestro horizonte ha sido siempre la transformación del Senado en Cámara de representación territorial", dice Laborda.

El portavoz socialista discrepa de que la propuesta de su partido suponga una ruptura del consenso de la ponencia de reforma del Senado ya que el único acuerdo alcanzado en ella ha sido sobre las funciones del futuro Senado como Cámara territorial. El desacuerdo persiste en la forma de elección de los senadores -el PP sostiene la circunscripción provincial frente a las autonómica del PSOE- y en el reconocimiento de los "hechos diferenciales" de las nacionalidades. "La ponencia de reforma del Senado no ha vuelto a reunirse desde junio de 1998", señala Laborda, que responsabiliza al PP de la ausencia de convocatorias.

Presión nacionalista

El portavoz socialista argumenta el "acelerón" de la propuesta del PSOE por la precipitación de los acontecimientos políticos. "Resulta cada vez más necesario y urgente hacer del Senado una Cámara territorial que canalice todo el debate sobre la política territorial en España así como los retos planteados por los nacionalistas". Laborda insiste en que el debate nacionalista se celebra en foros como el de Barcelona, Santiago o Bilbao, además de Estella, mientras la Cámara que tiene vocación de territorial permanece ajena.La Moncloa ha bloqueado el debate de la ponencia de reforma del Senado por razones de oportunidad política. El ministro de Administraciones Públicas, Angel Acebes, reconoció en una reunión con la prensa, el pasado 3 de febrero, que, además de la complicación política que supone la reforma, no es procedente reabrir, en plena ofensiva política nacionalista, el debate de una ponencia que conlleva una reforma constitucional.

Fuentes oficiosas del Gobierno han venido sosteniendo que razones de oportunidad desaconsejan precipitar la reforma del Senado. El Ejecutivo tiene los ojos puestos en una oferta global para neutralizar las pretensiones nacionalistas catalana y vasca, pero en una etapa más avanzada, en todo caso posterior a las elecciones generales.

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