Los bomberos empiezan a retirar los cuerpos de los 40 muertos en el túnel del Mont Blanc
Cinco días después del incendio en el túnel del Mont Blanc, los bomberos franceses lograron ayer abrir una precaria vía de paso que permitió la retirada de los primeros restos humanos. La cifra de 40 muertos debe ser considerada provisional, porque los cuerpos de muchas víctimas han quedado reducidos a cenizas y porque quedan por revisar los escombros de la parte de bóveda del túnel desplomada. "Nunca habíamos visto una cosa semejante, la identificación de muchas de las víctimas va a ser verdaderamente difícil", indicaron ayer los técnicos.
Los gendarmes del Instituto de Investigación Criminal de Rosny-sous-Bois son los encargados de las tareas de identificación. En el núcleo del incendio, la combustión de los 25 camiones y 9 turismos atrapados por las llamas convirtió el área en un horno con temperaturas superiores a los mil grados.Ayer, los bomberos franceses, que han luchado estos días contra una pared de humo que impedía la visibilidad más allá de los 40 centímetros, consiguieron llegar al última "núcleo de calor" y enfriar el tramo de varios cientos de metros que ha actuado como la chimenea de un horno, escupiendo llamaradas y densas nubes de humo. Por indicación expresa de los investigadores judiciales, los bomberos evitaron utilizar sus equipos de agua sobre los restos, apenas un esqueleto de chatarra, del camión belga que se incendió en el túnel por causas desconocidas dando origen a la tragedia.
Mientras los equipos de investigación se ponen manos a la obra, familiares de los desaparecidos, arrastrados por la congoja, se dan cita a uno y otro lado del inmenso túnel de 11,5 kilómetros que comunica Italia y Francia. El magistrado Alain Damecour, vicepresidente del Instituto Nacional de Ayuda a las Víctimas, mantuvo ayer un primer encuentro con los familiares de las potenciales víctimas, para prepararles a lo peor. Como la espera puede ser larga y la angustia de esas familias insoportable, las autoridades francesas han optado por ofrecerles desde ya ayuda psicológica y material. El primer consuelo viene de la mano de la explicación de que los muertos por el incendio debieron fallecer asfixiados por el humo, antes de ser engullidos por la inmensa bola de fuego que ha hecho desaparecer completamente el asfalto.
El infierno en el que se convirtió el viejo túnel, dotado de sistemas de refrigeración obsoletos, diseñados a finales de los 50, queda a la vista en el vídeo filmado por los bomberos franceses. "Los vehículos estaban parados como en un peaje envueltos en una nube ardiendo, todos los cuerpos están completamente calcinados ".
Los bomberos franceses han pagado su terrible tributo al fuego con la muerte heroica del ayudante jefe Georges Torello que sacrificó su vida por uno de sus compañeros, según explicó ayer con voz entrecortada el teniente coronel del cuerpo Jean-Guy Laurent. Los bomberos franceses lloran a un hombre de 54 años que sabiéndose condenado a una muerte segura ofreció a su compañero el aire que la quedaba en su equipo de oxígeno.
El heroísmo de Georges Torello habría que extenderlo al conjunto de sus compañeros porque la patrulla se adentró en el túnel cuando el infierno estaba en todo su apogeo, plenamente conscientes de que tratar de salvar vidas en esas circunstancias conllevaba posiblemente el sacrificio de las propias. El primer grupo de bomberos en llegar al túnel tuvo que detenerse a dos kilómetros del centro del incendio y ponerse a cubierto bajo uno de los refugios que la tragedia ha desvelado inútiles. Georges Torello entregó su equipo de oxígeno a uno de sus compañeros que carecía del él y presentaba síntomas de asfixia. Murió poco después de un paro cardíaco. El primer ministro Lionel Jospin acudirá hoy al túnel del Mont Blanc en el intento de confortar a los familiares de las víctimas y rendir su homenaje a los bomberos que han visitado el infierno.
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