Deportistas, serbios y militantes
Mijatovic, Ciric y Brnovic encabezaron las manifestaciones anti-OTAN en Madrid y Barcelona
Los deportistas serbios y montenegrinos que militan en clubes españoles demostraron ayer que están firmemente decididos a tomar parte activa en las protestas contra la intervención de la OTAN en su país y a aprovechar su fama para hacer proselitismo en favor de las tesis yugoslavas.Mijatovic, delantero del Madrid, encabezó junto a otros futbolistas la manifestación frente a la Embajada de Estados Unidos en Madrid, convocada por Izquierda Unida. Mijatovic llevó una gran bandera yugoslava con Nadj (Oviedo), Milosevic (Zaragoza), Djorovic (Celta) y Jokanovic (Tenerife). "Estamos aquí para protestar por lo que pasa en nuestro país y sabemos que tenemos el apoyo de muchos españoles", dijo Mijatovic. "No podemos jugar en nuestros equipos mientras nuestras familias se esconden de los bombardeos de la OTAN, y sabemos que contamos con el apoyo de nuestros compañeros. A los yugoslavos nos están presentando como a los malos, pero queremos decir al mundo que eso no es verdad", añadió el jugador. Durante la manifestación, que reunió a unas 500 personas, se gritaron frases contra Estados Unidos y la OTAN.
A la misma hora, y ante la Embajada de Estados Unidos en Barcelona, tuvo lugar otra manfiestación en la que participaron el futbolista del Barça Ciric, los del Espanyol Brnovic y Milosevic, y el ex jugador de balonmano azulgrana Kalina. Provistos de diversas pancartas contra el presidente de EE UU, Bill Clinton, y contra el secretario general de la OTAN, Javier Solana, los manifestantes realizaron diversos parlamentos para denunciar el recrudecimiento del conflicto en Kosovo. Brnovic manifestó: "Clinton y Solana son unos asesinos. Dicen que sólo están atacando a Milosevic, pero en realidad están matando muchos civiles. Clinton no solucionará nada con los bombardeos porque ahora estamos más unidos que nunca. Nos puede matar, pero Kosovo es nuestro, es el corazón de Serbia". El jugador se mostró partidario de seguir un plante: "No entiendo cómo un deportista puede jugar mientras bombardean su país. No puedo pensar en fútbol".
Markovic, jugador de Osasuna que jugó ayer contra el Mérida, afirmó, según informa desde Pamplona Javier U. Goñi, no haber recibido ninguna llamada de la federación yugoslava para que no jugase: "Lo único que sé es que el presidente Milosevic habló con los ministros de Información y Deporte y les dijo que llamaran a todos los deportistas que juegan fuera de Yugoslavia para que trabajasen".
El serbio jugó ayer "por orgullo y porque mi familia y mis amigos quieren que juegue y cuente la verdad de lo que está sucediendo". Y lo hizo con un brazalete negro y una camiseta debajo de la osasunista en la que se leía en castellano: "Clinton déjanos en paz". Y en yugoslavo: "Hermanos, estamos con vosotros".
Ayer se disputaron otros partidos en los que participaron jugadores yugoslavos. En el Sporting- Lleida, de Segunda A, Perovic, que milita en el equipo asturiano, no estuvo presente, pero sí jugó, aunque solamente durante cinco minutos, Stolica, mientras que su compañero del Lleida, Radulovic, permaneció todo el encuentro en el banquillo, según informa desde Gijón Mario Díaz. Stolica, tras el encuentro, lució una camiseta con la siguiente inscripción: "Stop a las bombas. Estoy con vosotros".
El sábado, Djurjevic, jugador del Ourense, actuó el sábado con un brazalete negro el partido en el Miniestadi ante el Barça B. Lekovic, portero del Málaga, se negó sin embargo a sentarse ese día en el banquillo durante el choque que su equipo disputó contra el Atlético B. El presidente del Málaga, Fernando Puche, afirmó ayer que el consejo de administración del club decidirá si se toma o no la determinación de sancionarle. Para sustituir al portero yugoslavo, su compañero Javier Sánchez Broto tuvo que desplazarse de urgencia a Madrid en un vuelo de Iberia, en el que viajó en la cabina del piloto ante la falta de plazas. Visjnic, centrocampista serbio y capitán del Hércules, justificó su decisión de jugar ayer ante el Recreativo. "La decisión de sumarse al boicoteo es personal y corresponde a cada uno, por lo que hay que entender a los que no han jugado pero también a los que sí lo han hecho".
Por otro lado, el club de baloncesto del Pamesa Valencia se ha visto perjudicado por el conflicto bélico de los Balcanes, según informa Carlos Baixavli. El equipo debía desplazarse en avión hasta Salónica, donde el martes juega la vuelta de las semifinales de la Copa Saporta, pero no pudo hacerlo debido a que el tráfico por el espacio aéreo de la zona, por la guerra, está limitado actualmente. Los levantinos confían en volar hoy.
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