Erne aboga por elaborar un "Libro Blanco" de la seguridad pública

VIENE DE LA PÁGINA 1 Santos, ex miembro de la Junta Rectora y expedientado en tres ocasiones por la anterior cúpula de Interior, asegura en su ponencia que los "planes de intervención de la Administración autonómica vasca sobre la seguridad carecen de una política propiamente dicha. No ha presentado ni un solo plan global de actuación en este campo". Se pide expresamente la elaboración de un Libro Blanco de la seguridad pública en Euskadi. A su juicio, "nos encontramos en una situación continuista de las antiguas practicas de control, clientelista en su aplicación e incapaz de prestar el servicio de seguridad pública que la ciudadana precisa". En el acto de clausura del congreso de Erne, el pasado viernes, el consejero de Interior, Javier Balza, reconoció que, mientras persista la violencia, "hay que mejorar los criterios de seguridad para todos en este país". En ese sentido, Santos dice que la kale borroka "ha evidenciado errores muy graves en los sistemas de actuación de la policía vasca (...) La impunidad con la que los grupos de alboratadores actúan pone en entredicho la capacidad pública para la defensa de la comunidad, con un menoscabo evidente pra la credibilidad profesional de la policía". Erne va más allá en su planteamiento para el modelo de policía del siglo XXI y pide profundizar en las formas de trabajo inter y multiinstitucionales, como por ejemplo la Mesa Plural para la violencia callejera. El nuevo portavoz de Erne aboga en su ponencia por "configurar a todos los servicios policiales como de naturaleza y estructura civil". En la actualidad, el 38,9% de los efectivos de los Cuerpos de Seguridad del Estado tienen naturaleza militar, según datos de la central mayoritaria en la policía vasca. "Pretender en la actualidad reivindicar la naturaleza jerarquizada y militar de un servicio público como paradigma de eficacia no sólo está en clara contradicción con cualquier gestión actual de recursos humanos que se enfrente a los retos del futuro, sino que resulta un anacronismo y sólo tiene sustento desde opciones ideológicas". Erne pide un nuevo modelo de coordinación policial, toda vez que la operatividad de los centros de coordinación permanente, que surgieron de los acuerdos sellados con la Administración central en la Junta de Seguridad, "han resulado experiencias fracasadas". Pero estos "incidentes o falta de colaboración" entre Ertzaintza y policías del Estado "se reproducen igualmente" con las policías locales "especialmente en las tres grandes capitales".