Azorín
"Azorín fue el inventor de la crónica parlamentaria", dijo el profesor y letrado de las Cortes don Ignacio Astarloa. Asistíamos a un seminario sobre la figura de José Martínez Ruiz en su faceta de intelectual y político, organizado por la Casa Museo Azorín de Monóvar en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Lo que el gran escritor tuvo de periodista político-de los seis mil artículos que publicó unos 2.000 tienen ese carácter- es quizá lo menos conocido de su obra. Ideológicamente, Azorín pasó del anarquismo de su juventud a un conservadurismo que le convirtió en seguidor de Maura y La Cierva. Fue diputado y llegó a ocupar la subsecretaría de Instrucción Pública. Se convirtió más tarde al republicanismo, como asiduo colaborador de La Libertad y dejó de escribir de política durante el franquismo. Y precisamente la etapa republicana de Azorín permitió a uno de los intervinientes en el seminario, el profesor Christian Manso, de la Universidad de Pau, descubrir en Martínez Ruiz a un intelectual comprometido políticamente mucho antes de que lo llegara a ser Jean Paul Sartre.De todos los artículos políticos que escribió Azorín, los que quizá conservan mayor vigencia son las crónicas parlamentarias, escritas en las dos primeras décadas del siglo. No se fija el autor en el aspecto estrictamente político de la actividad del Parlamento sino que convierte ese escenario en un campo de observación literario sobre la política. Estas crónicas, que reunió bajo el título de Parlamentarismo español, fueron analizadas en el seminario por Astarloa y por el profesor Cuenca Toribio. Están escritas con una gran finura literaria y llenas de un hondo y nunca abusivo sentido del humor. Describe magistralmente el clientelismo romanonista, las componendas del "gran muñidor" electoral Romero Robledo, el calvario que han de pasar los candidatos para ganarse la confianza del jefe del partido y la facilidad con que se quedan sin el cargo prometido. Todo ello tratado con el insuperable talento de gran renovador de la prosa castellana.