Navegar el Himalaya

Habituados a leer peripecias de expediciones a las míticas cumbres del Himalaya, la costumbre conduce a pensar en la exclusión de otras formas de aventura en la zona. Es el caso de los descensos realizados por un grupo de piragüistas vascos por ríos de Nepal. Pese a trabajar todo el año entre aguas bravas acompañando a turistas ávidos de sensaciones fuertes, los miembros de la empresa bilbaína Ur 2000 no se conforman con ello. Es la razón que les induce a programar periódicamente nuevos retos de navegación El último llevó a doce guías de la empresa a Nepal acompañados por Gonzalo M. Azumendi, fotógrafo de deporte y aventura, encargado de elaborar el reportaje gráfico del periplo. "El objetivo no era otro que buscar algo que motive el disfrute. Conocer nuevos destinos unido al reto de vencer otros ríos", originó la aventura, según Luis Martínez de Maturana, uno de los miembros de la expedición. Durante un mes, el grupo de aventureros dedicó diez horas diarias a descender ríos de gran dificultad caracterizados por los grandes caudales. "Para nosotros", describe Patxi Vilariño, "ha sido una experiencia magnífica, porque estábamos haciendo aquello que más nos gusta, aunque no exento de dificultad al navegar entre olas enormes con toneladas de agua y agujeros inmensos". Primer descenso A solo tres horas de Katmandú, y cerca de la frontera con Tibet se encuentra el Bhote Kosi, el más corto y salvaje descenso de todo el Nepal. "Durante dos días tuvimos que convivir con permanentes sobresaltos de aguas bravas en los que la técnica es esencial", recuerda Martínez de Maturana. Eso contrasta con el Sun Kosi, un río mixto en el que el grupo tuvo ocasión también de disfrutar del paisaje "pleno de imágenes impresionantes, un auténtico vergel inaccesible para el turismo habitual", asegura. El tercero de los ríos que descendieron los piragüistas vascos fue el Tamur, un curso de agua situado al este del país y procedente de las nieves perpetuas del Kanchenjunga. Para acceder al menos conocido de los afluentes del Sun Kosi, el grupo tuvo que realizar un periplo por la crestería cercana a la montaña "en una zona que durante años ha estado cerrada al turismo por el propio Gobierno nepalí", señalan , " empeñado en ocultar la pobreza en esa zona". El descenso del Tamur ha sido, de hecho, el primero completado por un grupo de piragüistas españoles. Un mes lleno de sensaciones en un país situado sobre la cordillera del Himalaya, entre China e India, dos gigantes que imponen su presencia en la zona. "Lo que más nos ha impactado es el trato con la gente. Son muy amables y se vuelcan para ofrecerte lo poco que tienen", recuerda Martínez de Maturana mientras describe las zonas visitadas como "un grupo de aldeas diseminadas que, en ocasiones, se encuentran comunicadas por un único sendero".