30 ONG vizcaínas buscan voluntarios ajenos al perfil más habitual
Las organizaciones no gubernamentales no están para que el Estado delegue en ellas la prestación de servicios sociales, "sino para reforzar la responsabilidad pública". Éste es uno de los puntos que 30 ONG de Vizcaya que trabajan en la defensa de personas en desventaja social pretenden aclarar mediante la campaña De balde, que presentaron ayer en Bilbao. De paso, quieren atraer hacia el voluntariado a quienes hasta ahora se han mantenido al margen de este movimiento. Es decir, buscan hombres y mayores de 30 años. Y es que el perfil del voluntario es homogéneo en esta treintena de asociaciones: casi siempre son mujeres, menores de 30 años y, en buena parte de los casos, vinculadas a agrupaciones parroquiales. También es cierto que en los últimos años han aumentado el flujo de personas mayores, sobre todo jubilados. Estos 30 grupos participan en un estudio, patrocinado por el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya, que pretende mejorar los sistemas usados para captar, seleccionar y formar a los voluntarios. La tarea empezó en 1997 y acabará el año próximo. Los coordinadores del estudio precisaron ayer en conferencia de prensa cuáles son los motivos de que personas en principio interesadas en colaborar con una ONG no lo hagan. "Se ve que desean una mayor flexibilidad de las organizaciones, que les permitan participar adaptándose mejor a su disponibilidad, quieren más información sobre lo que se hace, sobre sus derechos y obligaciones", explicó Aitor Elorduy. Existe un teléfono de información: 94 427 33 07. Los tiempos del voluntariado militante parecen tocar a su fin. Su compañero Rafael López Aróstegui admitió: "Las organizaciones tenemos que ajustarnos a las posibilidades de la gente. El voluntariado tampoco es algo para acabar baldado". Éste insistió en rechazar la idea, muy extendida, de que el trabajo voluntario "es en balde o un parcheo de lo que hace la Administración". La campaña es un llamamiento a quienes quieren cambiar poco a poco la sociedad, algo que, según sus promotores, se puede hacer desde las organizaciones no gubernamentales. Campo de refugiados En una iniciativa totalmente ajena a esta campaña, Médicos Sin Fronteras trasladará al pleno centro de Bilbao la parte menos dramática de los campos de refugiados. El Arenal acogerá entre el 22 y el 25 de abril un campamento similar a los que sirven de vivienda a 50 millones de personas (poco más de la población de España y Portugal) en el mundo. El campamento, que antes se instalará en Madrid y después en otras cuatro ciudades españolas, ocupará una superficie de mil metros cuadrados. Escolares y público en general podrán conocer de primera mano cómo viven millones de desplazados y refugiados, cómo se evita la propagación de infecciones, qué comen o cuánta agua utiliza cada uno al día.
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