Primer estudio sobre la arquitectura militar

La profesora de Historia del Arte de la UNED Alicia Cámara (Madrid, 1954) ha publicado el estudio más completo sobre el trabajo de los arquitectos y de los ingenieros en las ciudades del siglo XVI, según los expertos que intervinieron en la presentación del libro Fortificación y ciudad en los reinos de Felipe II. En el volumen, publicado por la editorial Nerea, la investigadora reconstruye un sistema de arquitectura militar, con fortalezas, baluartes, torres y ciudadelas, que defendió las fronteras europeas y americanas de la monarquía española en el siglo XVI.

Desde su tesis doctoral sobre la relación entre arquitectura y sociedad en el reinado de Felipe III, Alicia Cámara se ha especializado en la arquitectura y el arte de los siglos XVI al XVIII, con libros dedicados a la arquitectura militar, la profesión del ingeniero, la ciudad hispánica y el Madrid de Felipe II. En su nuevo estudio, Fortificación y ciudad en los reinos de Felipe II, presenta una historia de las fortificaciones de la monarquía hispánica, la formación de los ingenieros y la definición de su profesión respecto a la de los ingenieros. Las numerosas imágenes del libro indican que la defensa de la monarquía necesitó mapas y planos para conocer, controlar y defender sus reinos.El volumen se divide en tres partes: La defensa de la monarquía: el pensamiento y la técnica; Arquitectura, milicia y fortificación, y Ciudad y fortificación, donde se analizan aspectos como la ciencia de la fortificación, los ingenieros italianos al servicio de la monarquía, las fronteras, militares y arquitectos, la arquitectura de los ingenieros, las ciudadelas y el control de los territorios.

La difusa frontera en el siglo XVI entre arquitectos e ingenieros -Juan de Herrera, el arquitecto del monasterio de El Escorial es presentado como ingeniero- fue uno de los aspectos tratados por Alicia Cámara en la presentación de su libro, celebrada el miércoles en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, de Madrid. La autora destacó la unión de la imagen y la palabra en el trabajo de los ingenieros para el control de las ciudades, así como la necesidad y dependencia de la monarquía del trabajo de los ingenieros de fortificación, que eran en muchas ocasiones los que informaban sobre unos territorios desconocidos para el rey y sus consejeros. Aseguró que este tipo de estudios sobre la arquitectura militar son seguidos con más interés en otros países europeos y latinoamericanos. "Las imágenes de los ingenieros son una fuente imprescindible, y hasta ahora muy poco utilizada, para conocer los reinos y las ciudades de la monarquía en el siglo XVI".

El mejor lugar de la investigación ha sido para la autora el Archivo General de Simancas, cuyo director, José Luis Rodríguez de Diego, dijo que "detrás del archivo hay algo más de un lugar seguro para guardar documentos". En esta fortaleza de finales del siglo XVI, que se convirtió en la memoria archivística de Felipe II, se conservan los documentos que son "la imagen y el símbolo de una concepción e ideología del poder". Con la ampliación de los límites del mundo también se perfecciona la cartografía.

Víctor Nieto Alcaide, catedrático de Historia del Arte de la UNED, afirmó que la construcción, ampliación y defensa de las fronteras es uno de los motores de la historia, siendo una cuestión pendiente de la historiografía artística. Señaló que en el trabajo de los ingenieros hay un valor artístico y un lenguaje renovador además de realizar una obra práctica.

Carlos Sambricio, catedrático de Historia de la Arquitectura de la Escuela de Arquitectura de Madrid, analizó el fenómeno de la fortaleza desde la ciencia militar y la visión del territorio. "Las guerras se ganan con el ingenio y quien desarrolla el ingenio es el ingeniero". En el programa de una ciudadela, con el trazado de calles y sus sistemas constructivos, ve Sambricio el primer reflejo por entender el Estado moderno.