El cambio de la cúpula de Astilleros se extenderá a las factorías andaluzas
La incertidumbre sobre el futuro de las factorías de Astilleros de Cádiz y Puerto Real fue ayer mayúscula. Desde el comité de empresa de Cádiz, su presidente Jesús Gargallo anunció que fuentes de la empresa comunicaron ayer extraoficialmente a los representantes de los trabajadores el cese de Francisco Gallardo como director de la plantas de la Bahía de Cádiz, desde el viernes. Fuentes del grupo naval público negaron cualquier cambio o destitución en los astilleros andaluces. Astilleros Españoles (AESA) sí confirmó que el nuevo presidente, Marcelino Alonso, nombrado hace tres semanas, ha remodelado la cúpula directiva de la empresa pública con la idea de configurar su propio equipo de trabajo. Y ha empezado con cambios en la primera línea ejecutiva del grupo. El efecto dominó no tardará en llegar a todas las factorías, según confirmaron desde Astilleros: "Después de estos primeros cambios seguirán algunas modificaciones en las factorías, aunque, por ahora, no hay ninguna novedad respecto a las plantas andaluzas". Este periódico intentó, sin éxito, contactar con Francisco Gallardo, nombrado director de los Astilleros de la Bahía en marzo de 1997 después de dirigir la planta de Cádiz desde 1993. La colisión de estas dos versiones tan dispares coincidió en el tiempo con el inicio ayer del calendario de movilizaciones del comité de empresa de la factoría de Cádiz. Los 13 representantes sindicales se concentraron a las puertas de la planta gaditana a las 9.00 y por espacio de una hora con una pancarta de grandes dimensiones que contiene la leyenda: "PP cumple tus promesas. Los diques están vacíos". De esta forma, la plantilla de Cádiz exteriorizó su malestar por la escasa carga de trabajo, de la que responsabilizaron al Gobierno central. El presidente del comité, Jesús Gargallo, explicó que el grueso de la plantilla no paró la actividad "para no espantar futuros pedidos". "La actividad no se ha visto mermada en lo más mínimo, porque no nos interesa ahora que se difunda una sensación de protesta o inactividad que aleje a posibles armadores", dijo Gargallo.
