Representantes locales de todo el mundo organizan en Barcelona la unificación del movimiento de las ciudades
Dentro de 30 años, el 70% de la población vivirá en ciudades. El movimiento desde el campo hacia la ciudad se incrementa, especialmente en zonas de África, que por primera vez acabará este año con mayor número de habitantes que Europa. Son algunas de las afirmaciones hechas ayer por los dirigentes de las organizaciones internacionales de las ciudades, que se hallan reunidos en Barcelona en el congreso de la IULA (Unión Internacional de Autoridades Locales), que se prolongará hasta el miércoles. Los cambios demográficos, explicó Klaus Töpfer, director general de las Naciones Unidas, suponen también graves problemas. La población que emigra a las ciudades es pobre y permanece marginada en guetos. Para quebrar esta tendencia es necesario que las ciudades dispongan de recursos propios y capacidad de decisión que les permita una política de integración. El congreso de IULA centrará sus debates en el diálogo intercultural, la cohesión social, el crecimiento sostenible o la ética en el gobierno de las ciudades. Paralelamente, sentará las bases para la unificación de las dos organizaciones de ciudades activas en la actualidad, una unificación que se materizalizará en el congreso que se celebrará en Río de Janeiro en el 2001. La IULA es la más amplia y antigua organización de poderes locales y regionales. Creada en 1913, cuenta con 100.000 miembros de más de un centenar de países. La otra gran entidad municipalista internacional es la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU, conocida en los países anglófonos como UTO). En el acto inaugural celebrado ayer en Barcelona intervinieron el alcalde de la ciudad, Joan Clos; el de Gijón, Vicente Álvarez, y representantes de organismos internacionales ciudadanos, como Norbert Burger, Valéry Giscard d"Estaing, Klaus Töpfer y Baby Diagne, además del consejero de Presidencia de la Generalitat, Xavier Trias. Todos ellos coincidieron en la conveniencia de reforzar los poderes locales. Entre los parlamentos de los políticos se intercalaron diversas actuaciones de grupos folclóricos españoles.
