'L'Humanité' pierde la hoz y el martillo
El Partido Comunista francés cambia la cara de un diario reducido hoy a ventas marginales
En 1947 el diario L"Humanité vendía más de 400.000 ejemplares. En 1980 contaba aún con 139.000 fieles diarios. En 1999 no son más que 54.000 los que siguen acudiendo a la cita del periódico comunista, un diario que, desde el jueves pasado, ya no incluye en su logo la hoz y el martillo. "Somos un diario comunista pero no sólo comunista; y, sobre todo, no somos el diario del Partido Comunista", comenta uno de sus periodistas. De los 19 últimos contratados, 17 no tienen carné del partido."Es una dolorosa sorpresa", opinan los miembros de la Coordinación Comunista y por el Renacimiento del Leninismo. "Han liquidado el símbolo de siete décadas de revolución y de lucha obrera sin debate alguno". Este es el tono de las críticas ante la "nueva argucia modernista" de una dirección "mezquina" y cuyas orientaciones políticas son tildadas de "mal augurio".
El nuevo Huma publica ahora su primera y última página en color, ha incrementado las fotos y los dibujos y dedica espacios a las tendencias y modas actuales. Su nuevo director, Claude Cabanes, admite que "con 70.000 ejemplares vendidos ya no perderíamos dinero". Porque ahora el diario pierde 12 millones de francos (300 millones de pesetas) al año. "Me gustaría que l"Huma fuese del PCF sólo al 50%. Al menos financieramente", decía riendo Robert Hue, el secretario nacional del PCF.
La nueva transformación está acorde con la lista que presentará el PCF para las próximas elecciones europeas, llamada de "la doble paridad" porque incluye un 50% de no comunistas y la candidatura incluye, también al 50%, hombres y mujeres. Si el invento no funciona, si no sirve para pararles los pies a los ecologistas y a la extrema izquierda, Hue y su nueva Humanité puede que tengan los días contados.
Por razones distintas y parecidas a la vez, France-Soir, el diario francés que en 1962 vendía 1,1 millones de ejemplares, puede ser cedido ahora por un franco simbólico a Georges Ghosn, un hombre de negocios poco transparentes. El grupo Hersant, que es el actual propietario de France-Soir, se niega a seguir perdiendo 120 millones de francos (2.000 millones de pesetas) cada año. Esta cabecera vende 150.000 periódicos al día, pero su fabricación resulta demasiado costosa.
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