Pemex registró unas pérdidas de 963 millones de euros en 1998

La empresa más grande de México, la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), de cuyos resultados dependen en gran medida las finanzas nacionales, perdió el pasado año 963,69 millones de euros (1.059 millones de dólares) después de impuestos, un balance desastroso, sin precedentes en su historia.El amargo regalo recibido coincidió con el 61º aniversario del nacimiento de la compañía. Su director general, Adrián Lajous, reclamó un cambio en el "singular sistema fiscal" que lastra las ganancias de Pemex con cuantiosos impuestos y obligaciones. "Esta situación es insostenible (...) Pemex ha pagado impuestos y derechos por un montante equivalente al 114% de los beneficios", dijo.

En 1998, los ingresos antes de impuestos fueron de 7.486 millones de dólares, cifra que significa un descenso del 42% respecto a los alcanzados el año anterior. Esa fuerte caída obedeció al paralelo descenso en el precio del crudo en los mercados internacional.

El presupuesto de México ha disminuido su excesiva dependencia de los ingresos que reporta la exportación petrolera, pero aún es alta, un 32,6 % del total, cuando en 1983 ese porcentaje era del 50,9%.

El Gobierno de Ernesto Zedillo lidió el año pasado una de las peores crisis de la historia en cuanto a la cotización de los hidrocarburos y ajustó dos veces el presupuesto de 1998 ante la caída de ingresos por ese concepto. El precio del barril fue calculado inicialmente en torno los 14 dólares, cifra que luego bajó a 12.

Finalmente, el presupuesto del presente ejercicio se redactó estimando que el barril se vendería a 9,25. Sin embargo, el grueso de las exportaciones del sector llegó a cotizarse por debajo de esa cifra.

Recorte de producción

El Gobierno mexicano confía en que la situación cambie. Los principales miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Arabia Saudí, Argelia, Irán, Venezuela y México, que producen 74 millones de barriles diarios, han acordado reducir la extracción mundial del crudo en cerca de 2,5 millones de barriles diarios a partir de abril. Una decisión que debe ratificarse el próximo martes. La reducción aprobada por México es de 125.000 barriles diarios.

No obstante, el director general de Pemex se declaró convencido de que sin cambios sustanciales en el régimen fiscal, sin liberar a su empresa de gravámenes tan pesados como los que soporta en la actualidad, el horizonte se presenta sombrío.

Los deficientes resultados económicos se traducirán forzosamente en la reducción de costes y gastos operativos, que incluirán, inevitablemente, despidos de personal, según dijeron fuentes de Pemex. "De no hacerlo", advirtieron dichas fuentes, "se pondrá en peligro nuestra capacidad competitiva y nuestro futuro".