El pop de Manolo García atrae a unas 13.000 personas en Pamplona y Vitoria

Acorde a la extraordinaria acogida del público a su primer elepé en solitario, del que ya se han despachado más de 630.000 ejemplares, el pabellón Anaitasuna de Pamplona (hoy, 21.30) y el pabellón Araba de Vitoria (mañana, 22.00) han colgado el cartel de "no hay billetes" con motivo de la actuación del cantante catalán Manolo García, lo que supone casi 13.000 entradas vendidas. Quien fuera durante 13 años compositor y vocalista de El Último de la Fila, dúo fundamental a la hora de analizar la historia reciente del pop español, presentará en ambos recintos deportivos las canciones de Arena en los bolsillos, un disco que, pese a los premios (Ondas al mejor directo, un Amigo al mejor artista solista y otro al mejor álbum español), ha sido tachado de continuista. "Creo que es normal. Pero hay algo de lo que he dejado atrás, algo de ahora y algo de lo que pueden ser más trabajos míos en adelante. Para mí esto no es una aventura, un pasatiempo momentáneo, sino que se trata de mi vida de hoy, de mi historia hacia delante", señala el cantante. "No puedo cantar distinto" "Claro que hay cosas de El Último de la Fila, y es lógico porque yo he sido su cantante. La voz es algo que marca mucho. Curiosamente, en una canción lo primero que oyes es la voz. No puedo operarme, cambiar mis cuerdas vocales y cantar de otra manera. Ni puedo ni quiero, porque me ha costado lo mío encontrar mi camino, mi forma de hacer, y si ahora la tiro por la borda sería una auténtica tontería". Esto es lo que ha declarado García en respuesta a quienes le acusan de no arriesgar y de haber facturado un debut que podría haber llevado perfectamente la firma de su anterior banda. En la grabación, realizada en Londres, han participado antiguos colaboradores de El Último de la Fila -"todo el mundo intenta estar al lado de personas con las que se siente a gusto"- y, en lo musical, prevalece una suerte de pop aflamencado fácilmente identificable. Tras la separación, Quimi Portet, su compañero 18 años (Los Rápidos, Kul de Mandril, Los Burros, El Último de la Fila), optó por dar rienda suelta a otro tipo de inquietudes y ha pagado un alto peaje en términos de ventas de Hoquei sobre pedres, su segundo trabajo en solitario. Le iba mejor cuando las discográficas se disputaban su producción junto a García.