_
_
_
_
_

Sólo la mitad de los presos drogadictos recibe tratamiento de metadona

Sólo la mitad de la población reclusa madrileña drogodependiente tiene acceso a los programas de metadona, según un informe que hizo público ayer Izquierda Unida de Madrid y que es fruto de una visita efectuada a seis prisiones de la región a lo largo de 1998 por los diputados regionales de esta coalición Virginia Díaz y Carlos Paíno. El estudio destaca que un 80% de los 6.500 presos de Madrid se halla entre rejas por delitos vinculados a la droga, sostiene la existencia de malos tratos a internos (sobre todo en la prisión de Soto del Real) y arremete contra la asistencia sanitaria, la "mala comida" que se ofrece a los presos y el incumplimiento de los tratamientos penitenciarios.

Más información
Hacinamiento e inactividad

Las prisiones visitadas por ambos diputados son las de Carabanchel -actualmente cerrada-, Alcalá-Meco, Valdemoro, Navalcarnero, Soto del Real y Aranjuez. A la presentación del informe asistió Ángel Pérez, portavoz de IU en la Asamblea.- Drogas. El informe de IU refleja que el 80% de los presos cumple condena por delitos relacionados "directa o indirectamente" con el tráfico de drogas, comercio que se reproduce dentro de las prisiones y que da lugar a la formación de "redes de compraventa y corrupción" similares a las de la calle. La diputada Virginia Díaz lamentó ayer, durante la presentación del informe, que sólo la mitad de los reclusos drogodependientes tenga acceso a los programa de metadona. "Hay lista de espera porque no hay suficientes plazas", recalcó. Estos programas requieren un protocolo de ingreso que deben cumplimentar el interno y el centro penitenciario. José Cabrera, director de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, coincidió ayer con IU en que los programas de dispensación de metadona en las cárceles no llegan a atender a la mitad de la población reclusa. Cabrera señaló que de los 1.200 reclusos madrileños susceptibles de ingresar en estos programas, sólo unos 500 reciben esa atención.

- Sanidad. El informe destaca que un 20% de la población reclusa madrileña es seropositivo, y que un 10% sufre algún tipo de hepatitis. De ese 20% de seropositivos, un 5% está en fase terminal. "Y debería ser excarcelado, tal como establece la legislación penitenciaria", explicó Díaz. "A veces no se les excarcela porque sus familias no se hacen cargo de ellos y porque no hay centros de acogida para este tipo de enfermos", criticó la diputada regional.

Las deficiencias sanitarias son claras, según el citado estudio de IU, en la atención odontológica y psiquiátrica. "Los dentistas se limitan a las extracciones, pero no a los otros necesarios cuidados", precisó Díaz. Asimismo, la reciente muerte de un preso en Soto a manos de su compañero de celda -trastornado mental- refleja "la falta de coordinación entre los servicios sanitarios y la administración", añade.

- Malos tratos. La prisión de Soto del Real, en la que se han producido varias muertes en los últimos meses, es la que peor parada sale en este aspecto. "En los juzgados de Colmenar Viejo hay presentadas muchas denuncias por supuesto maltrato de funcionarios a internos", apuntó Díaz, quien, sin generalizar, pidió "contundencia" contra los excesos de los funcionarios.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Díaz criticó también el régimen especial al que son sometidos determinados presos, entre ellos los de ETA. IU asegura que en la cárcel de Valdemoro hay internos que han pasado hasta ocho años en celdas de aislamiento (sólo salen varias horas al patio), y destaca que el régimen sancionador que establece un máximo de 14 días de aislamiento es "frecuentemente vulnerado". Es decir, que hay presos a los que se aísla durante 14 días, tiempo máximo permitido por la ley, se les saca de la celda un día y se vuelve a aislar durante otros 14, y así sucesivamente. "Eso es un fraude de ley", destacó.

La diputada regional criticó también el régimen especial al que son sometidos los presos de ETA recluidos en Madrid. "Se les aísla durante meses y años, en virtud de su pertenencia a este colectivo y no como sanción a su comportamiento en la prisión", dijo. Un portavoz de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias negó ayer este extremo. Señaló que a los presos se les clasifica por su comportamiento en el centro y no en función de sus afinidades o tipología delictiva.

- Extranjeros. La prisión de Valdemoro es la que alberga más reclusos extranjeros. Cuando los diputados visitaron este centro había 470 internos de otras nacionalidades, gran parte de ellos colombianos. Buena parte de las reclusas extranjeras son de Colombia y les une su acción como correos de la droga. La diputada Díaz señala que la mayoría de estas chicas no son drogodependientes, sino que vienen con droga a España tras ser extorsionadas en su país.

- Comida e higiene. El informe de Izquierda Unida hace hincapié en las "malas condiciones alimenticias" de los presos. Los diputados probaron la comida en todas las cárceles que visitaron y comprobaron que, "en general, es mala", y que la cocina de la prisión de Alcalá Meco "no reúne condiciones de higiene".

"Algunos presos nos manifestaron haber visto bichos y ratas en la cocina", indicó ayer Díaz. Y añadió: "Desde 1990 el presupuesto para alimentación se mantiene en 450 pesetas diarias por cada preso, cantidad que desde hace nueve años no se ha actualizado".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_