Acebes propone exportar la Carta de Barcelona a las grandes ciudades
Si Barcelona tiene más competencias gracias a la Carta Municipal, sería lógico que otras grandes ciudades españolas también las tuvieran. La idea fue defendida ayer por el ministro para las Administraciones Públicas, Ángel Acebes, que participó en la sesión de apertura del encuentro internacional de alcaldes Metrópolis, que se celebra en Barcelona. Mientras, la voz de los alcaldes pedía más poder para las ciudades.
Acebes comentó, al término de la apertura de la reunión, que el modelo de la Carta de Barcelona, con más autonomía de régimen local y más competencias, debería ser exportable a otras ciudades "como Madrid, Bilbao o Valencia". La aprobación de la ley especial de Barcelona se encuentra pendiente de que el Congreso debata y apruebe varias modificaciones en leyes generales en materias importantes, como la introducción de la justicia local y un nuevo sistema de financiación. En relación con ese trámite, el ministro apuntó que próximamente se reunirá con el alcalde de Barcelona, Joan Clos, para establecer un calendario de aprobación de la Carta. El alcalde se mostró convencido de que la Carta -cuya parte general ya fue aprobada por el Parlament de Catalunya y está en vigor- puede ser una realidad antes de que termine esta legislatura. Clos siempre ha defendido la Carta de Barcelona como un instrumento para dotar a la ciudad de más competencias y poder. Precisamente fue el poder de las ciudades el eje central de algunas de las intervenciones en el primer día de sesiones de la reunión internacional de alcaldes. Y también la corrección de políticas que perjudican a las grandes ciudades. El equilibrio de poderes entre las administraciones locales y las regionales, autonómicas y nacionales fue otro de los ejes de las intervenciones. Pasqual Maragall, ex alcalde de Barcelona y candidato a la presidencia de la Generalitat, precisó que actualmente las naciones compiten entre sí basándose en dos elementos: la actividad de las empresas y la fuerza de las ciudades. Por ello defendió que un país funciona "si su red de ciudades es buena y competitiva".Y recriminó las "reservas" de los Estados hacia las ciudades: "Se tiene miedo a que las ciudades tomen el mando, y por eso se han suprimido las áreas metropolitanas de Londres, Valencia y Bilbao; pero ahora veremos su resurgimiento". Tanto Maragall como Saskia Sassen, profesora de sociología de la Universidad de Chicago, resaltaron la fuerza del poder de las ciudades por el hecho de que algunos alcaldes se han catapultado a presidentes de varios países. A juicio de Maragall, el poder local tiene la ventaja de ser el más cercano a las personas y a sus preocupaciones y necesidades. "El Ayuntamiento es, hasta cierto punto, la escuela de la política, pero es un error creer que es un mero episodio para acceder a mayores responsabilidades", matizó Maragall. El discurso de Clos arrancó con la afirmación de que hace años las ciudades representaban los problemas, "pero ahora empiezan a ser la solución". El alcalde es un convencido defensor de que las ciudades significan la cohesión y el impulso constante frente a los modelos de dispersión geográfica. Tiempos de elecciones Xavier Trias, secretario de Presidencia de la Generalitat, puso, en su intervención, el contrapunto al discurso generalizado del poder de las ciudades. Trias defendió el avance de las metrópolis, pero matizó "que no deben crecer agotando el resto del país". Y también puntualizó que las otras administraciones deben actuar para "reequilibrar" el conjunto del país. Trias aseguró que las relaciones del poder autonómico con el local son buenas, pero matizó: "Por la situación preelectoral que vivimos puede parecer que no hay entendimiento. Sin embargo, sí ha existido". Y como ejemplos puso la colaboración de las administraciones para los Juegos Olímpicos, la aprobación de la Carta Municipal y la preparación del Fòrum de les Cultures 2004.
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