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El día sin coches sólo se cortará el tráfico en la Via Laietana y la Rambla

Siempre les quedará el recuerdo de París a las entidades que quisieron gozar por un día de las calles del casco antiguo de Barcelona vaciándolas de coches. La respuesta institucional ha sido más amplia de lo que imaginaban, aunque de su idea inicial sólo queda ya la fecha: el 29 de abril. De lo demás se han ido rebajando planteamientos, hasta el punto de que las dos únicas calles barcelonesas que se verán libres de coches particulares serán la Via Laietana y La Rambla. En las otras dos, el paseo de Gràcia y la Rambla de Catalunya, el tráfico rodado sólo se cortará parcialmente, ya que se mantendrá la circulación en las calles que las atraviesan.

La jornada que se empezó llamando "día sin coches" luego se cambió por el de "hoy deja el coche en casa" para finalmente quedarse en el de "jornada de auto-reflexión", porque como dijo ayer el consejero de Medio Ambiente, Joan Ignasi Puigdollers, lo importante será la reflexión y no tanto la disminución del tráfico. La propuesta ha suscitado un gran consenso, como lo demuestra el que una treintena de localidades catalanas se hayan adherido al 29-A. Del amplísimo eco institucional despertado quedó ayer constancia en el acto que presidió Puigdollers en la Casa de la Caritat, donde acudió una nutrida representación de alcaldes y de organizaciones tan dispares como la Cruz Roja, el RACC y los sindicatos CC OO y UGT que también plasmaron su firma en el manifiesto sobre la jornada. Pese a la multitudinaria concurrencia no estaban todos; entre los que faltaron estaban la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) y los Amigos de la Bici, que están integrados en la plataforma del Pacto de la Movilidad, de la que partió la iniciativa del 29-A. Ninguna de las dos asistió ayer por considerar que tanto el manifiesto como la jornada, tal como se prevé, están muy lejos de lo que ellos planteaban. En el manifiesto consensuado ayer se pide a la ciudadanía que utilice el vehículo de forma "más racional" para mejorar la calidad de vida de las poblaciones y para hacerlas más prácticas y enérgicamente más eficientes". Los portavoces que intervinieron hicieron votos para que la jornada de este año tenga continuidad. En el rosario de discursos que se pronunciaron, el coche se abordó desde una doble perspectiva: "Nuestra nueva piel, nuestra coraza, la que nos proporciona un desahogo pero por la que pagamos un alto precio", según dijo Joan Sureda en nombre del Colegio de Periodistas. Los asistentes criticaron la excesiva adicción al coche de la sociedad moderna, pero luego desde algunos ayuntamientos se extreman tanto las cautelas que parece imposible prescindir de él aunque sólo sea por unas horas. La FAVB y Amigos de la Bici culpan al Real Automóvil Club de Cataluña de presionar al Ayuntamiento hasta conseguir que la del 29-A "sea la jornada del RACC". Tampoco el lema Dejemos respirar al aire satisface a estas entidades, que lo consideran "desafortunado y triste", pero continúan formando parte de la comisión organizadora porque aún no han perdido las esperanzas de que ese día las calles barcelonesas luzcan sin coches. La reflexión a las que las instituciones invitaron ayer a los ciudadanos la atribuyeron las organizaciones más críticas a la influencia ejercida en su ánimo por la proximidad de la Semana Santa. Sobre el reducido perímetro sin coches anunciado en Barcelona, desde la FAVB se valoraba diciendo: "Será como una operación Navidad, pero sin la Navidad". El entusiasmo inicial de los que desean descubrir un nuevo paisaje barcelonés sin coches va dejando paso a una sensación menos arriesgada, pero ya se sabe que a este lado de los Pirineos con las cosas del tráfico no se juega.

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