Un policía del aeropuerto de Manises dirigía una red que prostituía a inmigrantes sin papeles

Un agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en el aeropuerto de Manises, F. S. M., dirigía una red internacional dedicada a la prostitución de inmigrantes sin papeles, según la Delegación del Gobierno. Esta "oveja negra" (como lo definió ayer el delegado gubernativo, Carlos González Cepeda) era el copropietario de un club de alterne de Massalavés en el que se prostituía a algunas inmigrantes. Aprovechó su condición de policía para falsificar documentos y amedrentar a las mujeres. En la operación han sido detenidos 12 supuestos miembros de la red y 42 mujeres, inmigrantes sin papeles, obligadas a prostituirse en siete clubes valencianos. Algunas lograron escapar y alertaron a la Policía.

"Eran dos redes en una", explica el jefe superior de Policía, Segundo Martínez. "Había una trama eslovaca y otra francesa", añadió. El policía detenido era uno de los puntos de enlace entre ambas redes, que funcionaban de forma autónoma. Era el "cabecilla" de la red eslovaca y realizaba tareas de falsificación e intercambio de mujeres para la red francesa. La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) ha desarticulado la red francesa y la Brigada de Extranjería la eslovaca. La investigación se inició en La Pobla de Vallbona, y el caso comenzó a instruirlo un juzgado de Llíria. La Policía ha descubierto que ambas redes insertaban anuncios en los periódicos de los países de estas mujeres. En ellos ofrecían trabajo como artistas y camareras en discotecas. Coacción a mujeres Todo era un engaño. Una vez en España les retiraban la documentación y las obligaban a prostituirse en clubes de carretera. " ejercían todo tipo de presiones sobre ellas, algunas sufrieron malos tratos", detalla el jefe superior. El policía implicado en la red "imprimía más autoridad y coaccionaba a las mujeres", según Martínez, además de aprovechar su puesto en el aeropuerto para "falsificar documentación" de algunas inmigrantes. Las mujeres prostituidas a la fuerza tienen entre 20 y 30 años, y proceden de Nigeria, Guinea Ecuatorial, República Dominicana, Colombia, Brasil, Ucrania, República Checa, Eslovaquia y Yugoslavia. "Las compraban por unas 200.000 pesetas y las revendían por una cantidad superior cuando ya se habían resarcido de su coste, las cambiaban de club con mucha frecuencia", revela un investigador de Extranjería. Las prostituían en clubes de alterne de La Pobla de Vallbona, Valencia, Castellón, Cullera, El Verger y Massalavés. El policía detenido era copropietario de este último local, que cerró sus puertas la pasada semana. La operación comenzó el pasado verano con las pistas facilitadas por las inmigrantes que huyeron y culminó el pasado viernes con el registro de cuatro clubes y seis domicilios. Además del policía han sido arrestados dos españoles (Álvaro E. S. y Ramón S. N.), tres eslovacos (Iván P., Vladimir G. y Silvia H., compañera sentimental de Ramón S. N.), dos franceses y otros cuatro españoles. Están acusados de supuestos delitos de malos tratos, contra el derecho de los trabajadores, cohecho, y falsificación de documentos La red francesa, dirigida por dos proxenetas, tenía su punto neurálgico en La Pobla de Vallbona. Pero las protestas ciudadanas contra el elevado número de clubes de alterne radicados en la población forzó a esta red, según la Policía, a crear nuevos clubes en El Verger y Cullera "para reducir riesgos". La UDYCO ha practicado 16 detenciones en la Pobla de Vallbona y seis en El Verger. Los detenidos comenzaron a declarar ante el juez de Llíria en la tarde de ayer.