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El 20% de los 50.000 residentes comunitarios ya ha cursado su derecho a votar en las municipales

Para los residentes comunitarios, el 13 de junio no será un día más. Por primera vez tendrán la oportunidad de participar de manera generalizada en unas elecciones en España. Y también por primera vez, de ser candidatos, y por tanto, convertirse en concejales de las ciudades que han elegido para residir. En la comunidad autónoma andaluza hay unos 50.000 electores europeos, la mayoría en Málaga, aunque sólo podrán votar aquellos que manifiesten expresamente su intención de ser incluidos en el censo. Hasta el momento, cerca del 20% ya ha cumplido ese trámite.

Para la Federación de Asociaciones de Extranjeros de la Costa del Sol, los comicios serán "la prueba de fuego" para conocer el interés real de esos ciudadanos en participar en la vida política local. La participación masiva de estos electores podría suponer un cambio que fuerce a los partidos políticos a preocuparse por los problemas de las urbanizaciones, mayoritariamente habitadas por residentes comunitarios y "hasta ahora olvidadas" porque no daban votos. Los residentes podrán participar tanto en la elección de concejales como de diputados al Parlamento europeo. Con 49.981 electores comunitarios, Andalucía es la segunda región española con mayor número de ciudadanos de la Unión Europea (UE), después de la comunidad valenciana (63.418). A estas cifras hay que añadir 907 noruegos que, aunque no pertenecen a la UE, podrán ejercer el derecho de sufragio en virtud de acuerdos bilaterales. Málaga aporta el grueso de los electores extranjeros al censo andaluz: 36.313 comunitarios y 824 noruegos. No en vano es, después de Alicante (56.017), la segunda provincia española con mayor número de europeos residentes. Concentración Pese a estas cifras, el peso de los electores comunitarios en Málaga es bajo: suponen poco más del 3,5% del censo (921.238 ciudadanos en 1996). No obstante, por su concentración en determinados municipios costeros constituyen un colectivo nada desdeñable que incluso podría decidir el color político de algunos gobiernos municipales. En Mijas, por ejemplo, representan más de la tercera parte del censo: 9.805 (más 410 noruegos) frente a 17.367 españoles. Por esta circunstancia, el PP ya presentó como candidato a alcalde hace cuatro años en esta población a John Frank, un empleado de banca procedente de Dinamarca y con doble nacionalidad. Otro tanto sucede en Torrox: 2.547 europeos frente a 7.78 nacionales. En Nerja y Marbella tienen cierto peso: poco más del 10%. En la primera hay censados 10.431 españoles y 1.318 comunitarios, mientras que en el término marbellí los nacionales suman 57.916 y los europeos 6.197. La experiencia que se vivirá el 13 de junio ya tiene rodaje. En 1994 hubo 4.615 extranjeros residentes en la comunidad -3.141 en Málaga- que manifestaron su intención de elegir representantes al Parlamento europeo. Pero no hay datos sobre cuántos votaron. Un año después, en virtud de acuerdos bilaterales, se censaron 611 nórdicos -514 en Málaga- para participar en las municipales. Paradójicamente, en esta convocatoria se quedaron fuera los comunitarios porque España no traspuso a tiempo la directiva de la Unión Europea que recogía ese derecho. Ricardo Sánchez Bocanegra, presidente de la Federación de Extranjeros de la Costa del Sol, cree que el PSOE "bien porque temía que el voto fuera conservador o por dejadez, no quiso permitir que votaran los comunitarios". "En las anteriores ocasiones la participación fue testimonial. Ahora es el momento. Ni en el 94 ni en el 95 medimos cuántos extranjeros que manifestaron su intención de votar realmente lo hicieron. Ahora sí nos tomaremos interés por medir esa participación. Me gustaría que fuera alta, aunque nos dé mucho trabajo, porque sería un signo de que esa gente está viva aquí, integrada", sostiene Antonio Requena, delegado del Instituto Nacional de Estadísticas en Málaga. Mejores urbanizaciones Sánchez Bocanegra advierte además que esta posibilidad de participación en los comicios permitirá mejorar la situación de muchas urbanizaciones en las que no hay determinados servicios públicos o los que se prestan son muy deficientes, y es que está convencido de que, pese a los altos ingresos que el turismo residencial proporciona a la economía de algunas poblaciones costeras, "los políticos las tenían olvidadas, porque no había electores". Pero en lo que de momento los partidos políticos no se han mostrado muy proclives es a abrir sus candidaturas a los ciudadanos comunitarios, que por en estas elecciones también estrenan su derecho a ser elegidos.

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