El secuestro de Feliu se estuvo planificando durante seis meses

El secuestro de la farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu se estuvo planificando durante seis meses, después de haberla elegido como objetivo tras otro medio año de preparativos en los que se descartaron otras posibles víctimas. Así lo expresan fuentes de la investigación, quienes aseguran de forma ilustrativa que se acordó este objetivo "porque era la hija de alguien que podría abrir la caja, no del dueño de la llave".

La metáfora empleada por los investigadores ilustra la condición de adinerada de esta familia, cuya cabeza es Tomàs Feliu, un próspero empresario. Pese a todo, la Guardia Civil sigue afirmando que no dispone de datos para asegurar que se pagó el rescate y que Maria Àngels fue liberada por Iñaki, el nombre que la farmacéutica dio a su principal carcelero, "el menos malo", según la Guardia Civil, que fue también el que la liberó por cansancio tras 492 días de secuestro.Los investigadores afirman también que, una vez elegida a la víctima, sus secuestradores la sometieron a vigilancia y estudio, sin demasiada coordinación entre ellos. Así, aseguran que es probable que no exista un cerebro del secuestro, sino que alguien pensó en realizar la acción y reunió a personajes dispares: dos policías municipales de Olot, Antoni Guirado y Josep Zambrano, ya fallecido; Ramon Ullastre, el dueño de la casa donde se construyó el zulo, a quien posiblemente corresponde el mote de Cortadedos por haber amenazado con ello a la farmacéutica, y un pequeño delincuente de la zona (José Luis Paz García, El Pato, que anoche ingresó en prisión). Ullastre declaró confesó esta madrugada su participación en el secuestro pero negó ser el cerebro de la operación. Mientras, la Guardia Civil proseguía la búsqueda de Iñaki por la comarca de Osona.

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