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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Reventón alemán

APENAS TRANSCURRIDOS cinco meses, el Gobierno de Schröder ha reventado. Las contradicciones entre la política defendida por el canciller y la de su ministro de Finanzas, Oskar Lafontaine, han llevado a éste a dimitir del Ejecutivo, de la presidencia del Partido Socialdemócrata (SPD), que controlaba férreamente, e incluso de su escaño parlamentario. Parece por ahora una victoria de Schröder y puede suponer un giro al centro de la política del Ejecutivo, pero abre una importantísima crisis en el Gobierno y en el partido en un momento crítico, cuando Alemania ocupa la presidencia de la UE y a menos de dos semanas del crucial Consejo Europeo de Berlín.Lafontaine ha apostado fuerte contra Schröder y ha perdido. Las divergencias sobre el alcance de la reforma fiscal y del abandono de la energía nuclear, las presiones sobre el Banco Central Europeo para que bajase los tipos de interés, sus propuestas sobre las bandas de fluctuación entre el dólar y el euro y su anacrónico pulso con los empresarios alemanes habían llevado a Lafontaine a un enfrentamiento directo con Schröder. Pero el canciller no estaba dispuesto a admitir una deriva a la izquierda de su política, en contra de las instituciones centrales de la economía alemana y de la patronal. Así lo explicó en el Consejo de Ministros del pasado miércoles, posición que se filtró a la prensa, dejando a Lafontaine en una situación imposible. Y por la misma razón, aún está por ver si el canciller del nuevo centro va a mantener su coalición con Los Verdes durante mucho tiempo.

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Schröder provoca la salida de Lafontaine para acometer una política más moderada

Lafontaine, aunque pocos le seguían ya, era un poco la conciencia de izquierdas en este Gobierno. Tiene una larga trayectoria política a sus espaldas, incluida la crítica a la forma como Kohl procedió a la unificación alemana, por sus negativas consecuencias económicas. El tiempo le ha dado la razón. Además, sin su apoyo, Schröder probablemente no habría ganado la cancillería tras 16 años de dominio de Kohl. A esta personalidad compleja que es Lafontaine, sobreviviente de un atentado en 1990, le honra haber dimitido de sus dos cargos, renunciando a la tentación, suicida, de utilizar al partido contra el Gobierno.

Lafontaine era uno de los ministros del Gobierno alemán más próximos a las tesis españolas en materia de finanzas comunitarias. Cambiar de titular de Finanzas -Schröder anunciará hoy el sucesor- cuando faltan 13 días para el Consejo Europeo de Berlín no contribuye a garantizar el éxito de esa reunión. Schröder gana, pero también deja al desnudo su forma improvisada de gobernar su país y de presidir la UE.

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