Mueren cuatro marineros españoles mientras descargaban cemento en un puerto portugués

Cuatro tripulantes del carguero coruñés Xove fallecieron en la madrugada del miércoles al jueves en el puerto de Aveiro (Portugal) cuando descargaban 2.300 toneladas de cemento que transportaban desde la dársena de Setúbal, al sur de Lisboa. Los servicios de socorro rescataron en la mañana de ayer los cadáveres del capitán, Alfredo Rodríguez, y del primer oficial, Damián Martínez Novo. La búsqueda de los otros dos marineros desaparecidos, el cocinero Cándido Portela Chapela y el segundo oficial, F. Fernández Sayor, proseguía por la tarde.

El carguero español, con matrícula de Las Palmas y propiedad de la empresa coruñesa Aluflet, había descargado 300 toneladas de cemento en las instalaciones del puerto de Aveiro (Portugal) cuando, por causas hasta el momento desconocidas, se escoró hacia estribor y se hundió en el lugar de atraque pasadas las 2.30 de la madrugada. Un portavoz de la Comandancia de Marina de Aveiro informó ayer de que un extraño corrimiento de la carga podría haber sido la causa del fatal accidente, lo que pondría en serias dudas la maniobra de descarga.El hundimiento del carguero sorprendió durmiendo a algunos de sus 10 tripulantes, lo que impidió que pudieran abandonar el barco a tiempo. Los dos desaparecidos son el cocinero Cándido Portela Chapela y el segundo oficial, F.Fernández Sayor. Este último se encontraba en la sala de máquinas y no consiguió abandonar el carguero en los dos minutos que el buque tardó en hundirse.

Los supervivientes son los españoles José Alcalde Patiño, internado en el Hospital de Aveiro con una brazo roto; Santiago Martínez Vallina, Carlos Álvarez Torrente y José Vinagre Vidal, así como dos ciudadanos portugueses cuya identidad no ha sido facilitada. Uno de éstos era el piloto que supervisaba la maniobra de descarga y el segundo es un marinero de la localidad portuguesa de Caldas da Rainha, quien se encontraba en su camarote y logró salir del barco por una vigía. Todos ellos lograron saltar al agua y fueron recogidos por un bote de un navío noruego que se encontraba en las inmediaciones del lugar del accidente.

El carguero había sido fletado por la cementera portuguesa Cecil, a través de la compañía Nautimar, para transportar las 2.300 toneladas de Setúbal hasta Aveiro. Los servicios de socorro continuaban ayer por la tarde con las operaciones de rescate y pretendían succionar el resto de la carga para intentar reflotar el barco.

El carguero salió de A Coruña el 6 de marzo después de una serie de pequeñas reparaciones tras una inspección, informa . Anteriormente se dedicaba al transporte de aluminio para la factoría que Inespal tiene en la costa de Lugo.