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Anguita rechaza la petición de Aznar de que Izquierda Unida abandone el Pacto de Lizarra

Luis R. Aizpeolea

El jefe del Gobierno, José María Aznar, y el coordinador de IU, Julio Anguita, constataron ayer en La Moncloa las profundas diferencias que les separan en el proceso de paz en Euskadi. Anguita rechazó la petición de Aznar para que IU abandone el Pacto de Lizarra, donde comparte con PNV, EH y EA las reclamaciones del "ámbito vasco de decisión" y de la integración de la Comunidad Autónoma Vasca, Navarra y el País Vasco-francés en una sola entidad territorial. Aznar, a su vez, expresó a Anguita su rechazo al derecho a la autodeterminación. "Conculca mis principios", advirtió con rotundidad.

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Anguita trató de llevar a Aznar al terreno político y le planteó que tras la violencia de ETA subyace un problema político por resolver en el País Vasco. El líder de IU expuso al presidente del Gobierno "la hipótesis" de que el PP y los partidos nacionalistas alcancen "un pacto que reconozca un Estado asimétrico". "Deduzco que ésa es la salida natural que tiene la derecha en nuestro país que quiera tener visión de Estado", señaló Anguita, quien apuntó como una hipótesis de "Estado asimétrico" el derecho a la autodeterminación, ante el que Aznar fue rotundo en su rechazo.No dijo nada el jefe del Gobierno a Anguita sobre otras hipótesis de Estado asimétrico, pero el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, aclaró que Aznar no está dispuesto a ninguna "relectura de la Constitución". "El modelo de la Constitución y de los estatutos de autonomía sigue siendo válido".

Aznar discrepó con Anguita al transmitirle que no acepta una paz con precio político. Esta diferencia se trasladó a todos los ámbitos del proceso de paz. Así, Anguita cree conveniente una tercera mesa de diálogo político, distinta a la del Pacto de Ajuria Enea y a la del Pacto de Lizarra, y en la que participen todos los partidos, incluido EH. La respuesta del presidente fue que no habrá tal mesa hasta que desaparezca cualquier tipo de violencia o, al menos, hasta que EH la condene. Aznar ofreció la misma respuesta a Anguita cuando le planteó la petición del acercamiento de presos etarras a cárceles de Euskadi. Piqué precisó que ya se habían adoptado medidas de política penitenciaria -como el traslado de 21 presos a cárceles de la Península-, y advirtió de que no habrá novedades mientras ETA no dé pasos en el proceso de paz. Recordó que la banda todavía no ha nombrado interlocutores para poder iniciar la negociación.

Aznar pidió a Anguita que abandone el Pacto de Lizarra con el argumento de que este foro supone una ruptura con la tradición de consenso de los partidos vascos en torno al Pacto de Ajuria Enea. "No casa con la voluntad de construir una sociedad plural, sin imposiciones de una parte sobre otra", precisó Piqué. Pero Anguita rechazó esta petición. IU continuará en Lizarra mientras estime que puede ser un instrumento que ayude al proceso de paz. "Ninguna presión nos hará ceder una miga", dijo Anguita a los periodistas.

Sí hubo un punto de coincidencia: la felicitación por las últimas detenciones de dirigentes etarras y por el anuncio de medidas legales para ayudar a las víctimas del terrorismo. Precisamente hoy, el vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez Cascos llevará al Consejo de Ministros las propuestas para resarcir a las víctimas. Anguita reprochó a Aznar -al que entregó un documento con sus reclamaciones- el "incumplimiento" de la ley del fútbol y "dejar que se impongan los acuerdos entre las partes [Forta, Audiovisual Sport] en contra de los intereses de los telespectadores".

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