Carmona usa dos citas con Berbel como coartada en el juicio por cohecho
El ex concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Granada Francisco Jiménez Carmona declaró ayer ante el tribunal que le juzga que no es culpable de los presuntos delitos de cohecho y de maquinación para alterar el orden de las cosas que se le imputan porque en los momentos en que supuestamente se cometieron él estaba reunido con el alcalde de la ciudad, José Gabriel Díaz Berbel, en su despacho y en su domicilio. Díaz Berbel está citado mañana como testigo en el caso y su testimonio será decisivo para ratificar o desmentir la coartada argumentada por Carmona.
Tras la demora por los problemas surgidos en la constitución del jurado, ayer se inició por fin en la Audiencia Provincial de Granada el juicio contra Carmona, ex edil de Medio Ambiente y ex consejero delegado de Emucesa, la empresa gestora del Cementerio de Granada. Los hechos por los que se le juzga ocurrieron presuntamente en marzo de 1996, cuando el entonces concejal exigió 5,1 millones de pesetas al gerente de la empresa Seguridad Baza para otorgarle el servicio de vigilancia del cementerio. Ayer, las dos acusaciones particulares, ejercidas por Seguridad Baza y el PSOE de Granada, pidieron penas de seis meses a seis años de prisión para Carmona, varios años de inhabilitación y multas por hasta 25 millones de pesetas. Seguridad Baza pidió la libre absolución para su gerente, Juan Carlos Martínez Castaño, juzgado también por aceptar el supuesto cohecho. La acusación de la empresa consideró como eximente el estado de necesidad económica de la entidad y como atenuante el arrepentimiento espontáneo de Castaño, que denunció los hechos ante el juez. La acusación del PSOE pidió para él dos años de cárcel. Ambos imputados se mantuvieron firmes en sus declaraciones. Por la mañana testificó el gerente de seguridad Baza. Castaño dijo que el 12 de marzo de 1996, cuatro días después de presentar la candidatura de su empresa para el servicio de vigilancia del cementerio, Carmona le citó en el Ayuntamiento. Desde allí se dirigieron a una cafetería cercana donde el entonces concejal le comunicó "que él era el encargado en Granada de recaudar fondos para la financiación del Partido Popular de Andalucía". Le exigió el pago de los 5,1 millones a cambio de la concesión del servicio y le propuso recuperarlos mediante la revisión al alza del contrato de vigilancia del cementerio . "El dinero", explicó Castaño, "se lo entregué el día 19 de marzo por la tarde en la sede de la delegación de Medio Ambiente". Carmona, que testificó por la tarde, desmintió todas las acusaciones. Planteó la denuncia de Castaño como una venganza porque "Emucesa no le iba a prorrogar la concesión de la vigilancia del cementerio debido a que habían prestado mal el servicio". "Antes de que usted me cargue yo me lo cargo a usted", aseguró Carmona que le dijo Castaño en su última conversación. El ex concejal construyó además una coartada que debe ratificar el alcalde de Granada. Según Carmona él no abrió las plicas de todos los candidatos hasta el día 15 de marzo, con lo que quiso dejar ver que, al contrario de lo que mantiene Castaño, desconocía la oferta de Seguridad Baza el día 12. La apertura de las ofertas, aseguró, la hizo en el despacho de Díaz Berbel y en presencia de éste. Y el día 19 del mismo mes, cuando Castaño dice que entregó el dinero a las cinco de la tarde en Medio Ambiente, Carmona asegura que a esa hora se encontraba en el domicilio de Berbel, celebrando la onomástica del alcalde. Tras los testimonios, dos peritos reconocieron "advertir la voz de ambos imputados" en una cinta grabada por Castaño donde, supuestamente, ambos dialogan sobre el pago del dinero y que es una de las pruebas principales.
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