El método para la elección de la AVL frena la reforma del Estatuto

El PP se opone a especificar en la reforma del Estatuto de Autonomía el carácter científico de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y la obligación de que sus miembros han de ser elegidos por mayoría cualificada de las Cortes, tal y como figura en la ley y reclaman los socialistas. Esta es una de las diferencias que separan al PP y al PSPV del consenso necesario para remozar el Estatuto. Ayer, la comisión que estudia la reforma se fijó de plazo hasta el próximo martes para consensuar un dictamen.

Después de más de seis meses de parón, los integrantes de la comisión que estudia la reforma del Estatuto han decidido ponerse manos a la obra. Ayer realizaron una primera lectura completa del texto estatutario, acotaron cuáles son los puntos de acuerdo y dónde están las diferencias, así como las posibilidades de buscar el consenso para que ningún grupo se vea forzado a votar en contra de una posible reforma del Estatuto. Los trabajos se aceleraron y acordaron fijarse de plazo hasta el próximo martes para consensuar un dictamen y posibilitar que, si se produce, se vote en el último pleno de esta legislatura. Así, la reforma quedaría pendiente de la ratificación en el Congreso de los Diputados, donde necesita también la mayoría de populares y socialistas. Los grupos parlamentarios coinciden en las modificaciones de carácter técnico necesarias para solucionar errores del texto vigente y en dos cuestiones básicas: que la reforma permita al presidente de la Generalitat la disolución anticipada de las Cortes Valencianas, así como crear las consejerías que estime pertinentes, e incluir las instituciones de la Generalitat que no existían en el momento de la aprobación del Estatuto y que se han creado posteriormente, entre ellas el Consell Jurídic Consultiu, el Comité Ecónómico y Social o la Acadèmia Valenciana de la Llengua. A partir de aquí, empiezan las discrepancias. Los integrantes de la comisión que estudia la reforma del Estatuto abordaron ayer cuestiones de alto calado político como el papel de las diputaciones provinciales, la reforma del sistema electoral autonómico, la posibilidad de incluir la fórmula del concierto económico como sistema de financiación autonómica y la regulación de aspectos concretos sobre determinadas competencias o la regulación de la moción de confianza al presidente del Consell. Entre los elementos de discordia está la exigencia socialista de que la reforma del Estatuto recoja, tal y como marca la ley, el carácter científico de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y la fijación de las mayorías cualificadas de las Cortes Valencianas para designar a los miembros de instituciones como el Síndic de Greuges, la propia Acadèmia y otros organismos. En el apartado que se refiere al sistema electoral, Esquerra Unida tiene muy complicado sacar adelante la rebaja del techo electoral (del 5% al 3%) necesario para obtener representación en las Cortes. Sin embargo, el resto de grupos estaría dispuesto a aceptar alguna modificación como que el 5% sea sobre los votos válidos y no sobre el total de papeletas emitidas.