UGT admite que la reducción de la jornada implique moderación salarial

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, admitió ayer que un compromiso colectivo sobre la reducción de la jornada laboral a 35 horas pueda implicar una moderación salarial y pidió una ley de plazos para la implantación de la primera, a la que se opone CC OO. Méndez admitió la existencia de una investigación sobre escuchas telefónicas internas a altos cargos del sindicato y aseguró que "se van a exigir responsabilidades".

Por primera vez desde que UGT planteó en su 37º congreso, ahora hace un año, la reducción de la semana laboral a 35 horas, su secretario general, Cándido Méndez, admitió ayer que el recorte de la jornada implicaría una moderación salarial, aunque no un recorte. Méndez se declaró dispuesto a pedir subidas salariales por debajo del 2,8% (incremento del IPC previsto más aumento de la productividad estimada) a cambio del compromiso de las empresas de reducir la jornada laboral con el objetivo de crear nuevos empleos.En una conferencia de prensa convocada para hacer balance de la campaña por las 35 horas, Méndez calificó la evolución del debate de "avance sustancial, aunque insuficiente"; criticó la actitud del Gobierno, al que acusó de dejadez, y apuntó que se encuentra en una posición difícil tras "haber perdido la iniciativa en favor de las comunidades autónomas".

Méndez reiteró la necesidad de establecer una ley de plazos similar a la francesa y que recoja incentivos económicos temporales para que "las ayudas no se conviertan en un regalo a las empresas". Estimó que un marco legal, pactado y potenciado por los agentes sociales, podría lograr una ley aplicable en todo el territorio nacional hacia el 2002.

Sin embargo, CC OO señaló que no apoyará una ley de plazos y que las posibles negociaciones con el Gobierno y la patronal han de realizarse dentro de los planteamientos que ambos sindicatos plasmaron en el documento conjunto sobre las 35 horas.

Pinchazo telefónico

Durante su comparecencia, Cándido Méndez admitió la existencia de una investigación interna sobre presuntas escuchas ilegales de altos cargos del sindicato, al propio secretario general y a su antecesor, Nicolás Redondo, como publicó ayer el diario La Razón. Méndez anunció que "se va a llegar al fondo del caso y que se van a exigir las responsabilidades oportunas".