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Pinochet y flores cortadas El UNIV 99 propone un debate sobre solidaridad y ciudadanía

¿Qué significa solidaridad y ciudadanía para un médico? ¿Y para un abogado? ¿Y qué opinan del mismo asunto los estudiantes de Ciencias del Mar? Ese es el tema propuesto este año para celebrar el UNIV 99, un congreso internacional de estudiantes que trata de unir un poco más la universidad con la sociedad. El pasado fin de semana se celebró en Sevilla la fase local, en la que han participado las universidades de Andalucía occidental y Extremadura. Los participantes, de distintas titulaciones, tienen que preparar un trabajo sobre el tema elegido cada año, siempre desde la óptica de su carrera. Por eso una ponencia se parece a otra lo que un huevo a una castaña. Lo que han hecho los alumnos de Ciencias del Mar de Cádiz es una arquitectura mental en toda regla, porque a ver, ¿qué tiene que ver la solidaridad y la ciudadanía con la industria de la flor cortada? Enrique Nebot, el profesor que ha dirigido este grupo gaditano lo explica: "Para empezar, una flor es lo que se regala como una seña de solidaridad". Bueno, para empezar... Vale. Pero, ¿sólo eso? Con sólo eso los estudiantes se lanzaron a hablar con el presidente de la asociación de exportadores de flor cortada de Chipiona, un mercado floreciente en la zona. Además visitaron invernaderos y de todo ello salió el vínculo que necesitaban. A saber: "El sector produce un millardo de flores y mueve un mercado de 25.000 millones de pesetas. En Chipiona no hay paro y todo el negocio se sustenta en la solidaridad. No hay grandes industrias sino pequeños invernaderos familiares". Trabajo gaditano He ahí la explicación. El porqué de que el trabajo presentado por los gaditanos de Ciencias del Mar se titula La flor: un símbolo y un reto para la universidad. Enrique Nebot explica las conclusiones de su estudio y se pregunta: "Ante estos espacios de riqueza ¿qué ha hecho la universidad? Los trabajadores cuentan que tienen problemas con algunos productos químicos, que queman los plásticos porque no saben qué otra cosa hacer con ellos y varias necesidades". Entonces, dice Nebot, algún papel debe jugar la universidad. Por cierto, que la relación de la flor cortada con la ciudadanía está clara: "Todo el mundo vive de lo mismo". Imaginación al poder. El caso de Mari Carmen Pérez Castillejo es algo menos rebuscado. Ella estudia Derecho en Sevilla. Tiene 22 años. Lo de solidaridad la ha transportado al final de la Segunda Guerra Mundial, "cuando todos los estados se ponen de acuerdo para limitar su soberanía y conseguir avances en el campo de los derechos humanos". Porque el mundo se había quedado espantado con el genocidio que hicieron los nazis con el pueblo judío. Eso de genocidio le recuerda a Pinochet. Ya está: de la Guerra Mundial a las políticas de solidaridad y a la conciencia colectiva contra el genocidio; y del genocidio a Pinochet. Por eso Pinochet tiene que ver con solidaridad y ciudadanía, el tema elegido este año en el UNIV 99. Y a partir de esta trama, Mari Carmen habla de un mundo mejor en el que los gobiernos "no dediquen tanto dinero a la destrucción de las personas y lo inviertan en otros asuntos". Durante las Navidades prepara su conferencia para el pasado fin de semana exponerla a sus compañeros. A ella no le da vergüenza hablar en público. "Lo único que hay que conseguir es que no bostecen ni se queden dormidos, por eso hay que poner ejemplos prácticos y darle gracia a la cosa porque esto del genocidio ya es bastante macabro".

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