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30 depuradoras mejorarán la calidad del agua del río Segura en el 2001

En el horizonte del año 2001, cuando 30 depuradoras de aguas de uso urbano de diferente capacidad funcionen a lo largo de todo su cauce, el río Segura, uno de los más contaminados de España, "estará limpio". Es la principal conclusión a la que llegaron ayer en Murcia los diferentes responsables políticos e hídricos de esta comunidad y de Alicante, que se reunieron para estudiar el estado del acuífero y visitar las obras de diversas estaciones depuradoras. A la reunión asistieron el presidente de la Diputación de Alicante, Julio de España; el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel; el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Antonio Nieto, y los alcaldes de Almoradí, Guardamar, Orihuela y Rojales. Todos fueron optimistas respecto a la futura curación de un río enfermo por el exceso de contaminación orgánica e industrial, que hiede como un organismo muerto en los tórridos mediodías del estío. En la reunión se repasaron las principales actuaciones realizadas y previstas en el plan integral de saneamiento del Segura, que implica a las dos administraciones autonómicas, a la estatal (por medio del Ministerio de Medio Ambiente) y a las de los municipios por los que discurre el río. Dicho plan cuenta con un presupuesto global de 21.900 millones, de los que cerca de 3.000 ya han sido ejecutados. El plazo de cumplimiento de las actuaciones es el año 2001. Red de colectores Cuando el plan se haya realizado en su totalidad funcionarán en el río Segura 30 depuradoras, además de una red de colectores y depuradoras industriales individuales que evitarán en gran parte los actuales vertidos. Asimismo, a partir del próximo mes comenzará a funcionar un servicio de vigilancia a lo largo del cauce para paliar las barrabasadas de menor tamaño, como la costumbre, extendida entre los ganaderos de la zona, de arrojar animales muertos al río, a las acequias y a los azarbes. Julio de España y los alcaldes de los municipios alicantinos mencionados anteriormente visitaron las obras de varias depuradoras que resultarán "vitales" para el saneamiento de la cuenca, en un viaje que el presidente de la Diputación definió como "altamente satisfactorio". La primera estación que visitaron fue la de Totana, con un presupuesto de 710 millones y cuyas obras se hallan en desarrollo. Terminada ya se encuentra la depuradora de Lorca, una de las que mayor servicio darán, con una capacidad de ocho hectómetros cúbicos anuales. Las instalaciones están pendientes del abastecimiento de Hidroeléctrica para ponerse en funcionamiento. Otro reto es disminuir al máximo la contaminación procedente de las industrias. Por ello funciona desde hace dos meses una depuradora que reduce las emisiones de cromo al río y el Gobierno murciano negocia con las fábricas la instalación de unidades individuales. Con todo, la gran carencia que el plan debe solventar es la nueva depuradora de Murcia. Instalada en el Rincón del Gallego, dará servicio a la capital murciana y a su perímetro urbano e industrial. La estación actual ha quedado obsoleta y casi todas las aguas de la zona se vierten prácticamente sin depurar, según dijo De España. La futura estación depurará 40 hectómetros anuales de agua e "influirá mucho" en el saneamiento del río. Tiene un coste de 5.000 millones de pesetas que aportará el Estado, mientras que el gobierno murciano se ocupará de financiar la instalación de una red de colectores que costará en torno a los 2.000 millones de pesetas. La albañilería de la estación ya está terminada y queda pendiente la dotación técnica, con lo que se prevé que pueda entrar en funcionamiento a finales de este año o principios del siguiente. Cuando esto suceda, la mayor parte de los trabajos de limpieza del Segura habrán finalizado.

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