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Reportaje:

Pirámides sobre Notre Dame

Dos arquitectos proyectan completar las dos torres de la catedral de París, inacabadas desde hace 800 años

París sin Notre Dame no sería París. La figura de la catedral forma parte del paisaje urbano de la capital francesa con sus dos torres medievales inacabadas, tan conocidas en el mundo entero. Pero esa imagen mítica puede cambiar sustancialmente si el proyecto que hay en marcha se lleva a cabo: coronar las dos torres con una construcción posmoderna.En enero de 1998, Marcelo Joulia y Alain Renk, dos arquitectos del estudio Naço de París, argentino y francés, respectivamente, pensaron en doblar la altura de Notre Dame mediante dos enormes pirámides en forma de agujas posmodernas que prolongarían las majestuosas torres actuales. Esta nueva extensión que alcanza los 69 metros de altura, elevando la catedral a los 140, se inspira en los planos originales del siglo XIII. El atrevimiento de los dos expertos ha abierto paso al debate intelectual en Francia. Las dos nuevas torres, casi desmaterializadas, se componen en su interior de ocho pirámides invertidas que se superponen en equilibrio, unidas entre sí por elementos de carbono. Así, la estructura adquiere una proyección que supera lo ancestral y culmina en lo moderno. Sin perder la temporalidad, su proyecto juega con el tiempo. "Nuestra idea se basa en continuar en el 2001 el trabajo de los que hace 800 años dejaron incompleta la construcción de Notre Dame", dicen los autores del proyecto.

La ampliación de la catedral ha pasado por varios intentos. En 1842, las autoridades de París decidieron su restauración. En aquellos tiempos, el arquitecto Viollet Leduc dibujó en sus planos la ampliación de la catedral: dos flechas rellenas de piedra maciza situadas sobre las dos torres. Esta idea pretendía reconstruir la estructura central en forma de flecha, destruida en 1792 durante la revolución. Después de varios intentos, la propuesta de Leduc no llegó a concretarse.

Retomando la concepción original del monumento, Joulia y Renk se adentraron en el proyecto con la ayuda de los avances informáticos. Las dos flechas que se proponen erigir a lo largo de seis meses huyen del peso de la piedra: refleja su elegancia a través de la transparencia.

Las dos torres se construirán utilizando madera y fibra de carbono. En el interior de una de ellas se elevarán 30 metros de escalinata, permitiendo una visión panorámica sobre la ciudad. La estructura, de un peso próximo a las 25 toneladas, es en sí misma una suma de pirámides invertidas y unidas por centenares de cables. Estas dos flechas descansarán sobre una plataforma de 480 toneladas con el objetivo de resistir a vientos superiores a los 200 kilómetros por hora.

Los 30 millones de francos (750 millones de pesetas) que costará el proyecto, bautizado bajo el nombre Les flèches du temps (Las flechas del tiempo), será financiado por diversos grupos industriales. En abril, el Ministerio de Cultura francés decidirá si se realiza la obra o todo queda en otro intento de reforma. Si es finalmente autorizada, la estructura será colocada a principios de octubre del año 2000 y se ha previsto que esté montada finalmente en enero del 2001. Dos helicópteros transportarán las piezas una a una mientras en la plaza de la catedral se organizarán espectáculos teatrales y conferencias ofrecidas por escritores, filósofos y pensadores. Todo un atractivo que también ha levantado las reticencias de ciertos sectores opuestos a la idea de combinar lo moderno con lo gótico.

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