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Nazario introduce viñetas llenas de sensualidad en sus acuarelas tras haber abandonado el cómic

Margot Molina

Una rápida mirada a las acuarelas que Nazario muestra en la galería Cavecanem de Sevilla puede dejar perplejo a quien busque el atrevimiento de los cómics que le hicieron famoso a principios de los ochenta. Sin embargo, sus minuciosas obras están llenas de guiños y sensualidad. Basta acercarse a la obra titulada Salomé para comprobar que los dibujos de una bandeja de cerámica que aparece en el bodegón recuerdan sus antiguos trabajos. La muestra, la primera individual que el artista realiza en Sevilla, incluye 14 bodegones llenos de claves del Barroco que se exponen por primera vez. Nazario Luque (Castilleja del Campo, Sevilla, 1944) reside en Barcelona desde los setenta.

"He dejado el cómic definitivamente. Lo abandoné porque el público que yo tenía ha dejado de leer tebeos y a la gente que los lee actualmente, yo no le digo nada", comenta Nazario, que fundó el grupo El Rollo junto a Mariscal y los hermanos Farriol, entre otros. El artista, que también escribía los guiones de sus historietas, comenzó con la acuarela en 1993 y, desde entonces, no ha dejado de exponer. El tipo de técnica que ha elegido, en la que no se puede rectificar, es muy complicada para una obra tan realista y minuciosa como la suya. Cualquier fallo supone el tener que desechar la obra completa. "La acuarela es lo que realmente domino. Siempre he trabajado sobre papel y me gusta la luz que se consigue. Mariscal me ha regalado una caja de óleos para ver si me enrollo, pero creo que será demasiado complicado para mí. Si ahora me paso un mes con una obra, con el óleo me podría pasar cinco meses", dice el creador del personaje Anarcoma. El dibujante, que ha trabajado en El Víbora o Makoki entre otras revistas, se ha embarcado en proyectos tan ambiciosos como el de llevar a las viñetas la ópera Turandot, un proyecto con medio centenar de páginas que realizó a principios de los noventa. "Todo lo que aparece en mis obras es muy personal y autobiográfico. Los objetos que me rodean, los libros que me gustan y las plantas con las que convivo", asegura. Además de sus naturalezas muertas, en los que jarrones con flores aparecen junto a fruteros que recuerdan los bodegones de Zurbarán, el artista no resiste la tentación de introducir en sus obras pequeñas historietas. Mirra, una de las piezas que integran la serie Amores imposibles, cuenta en una serie de viñetas la leyenda de Mirra, una joven que enamorada de su padre, utilizó la oscuridad para hacer el amor con su propio padre. De esa relación incestuosa nació Adonis, cuando ya su madre se había convertido en el árbol de la mirra. De la misma serie, presenta en la muestra, abierta hasta el 5 de abril, la acuarela Salomé, en la que un plato de cerámica sevillana sirve de escenario a la joven para ejecutar su macabra danza. Pero los bodegones de Nazario, poblados de cintas de vídeo o compactos, son un fiel reflejo de nuestro tiempo.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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