La educación pública, a debate

A propósito de la educación en nuestro país, estamos asistiendo en los últimos tiempos a un cruce de informaciones en sentido contrario que a los ciudadanos les llevan a una creciente confusión. Los profesionales de la enseñanza que llevamos muchos años trabajando, en mi caso más de veinte, por la dignificación del sistema público educativo estamos bastante indignados por la política educativa que tanto el anterior Gobierno como el actual han llevado a cabo. La opinión mayoritaria sobre la aplicación del proceso de la reforma educativa entre los profesores de instituto de toda España es que las cosas van mal, y que el sectarismo y el partidismo político en temas tan graves y tan complejos como el de la reforma educativa pueden causar daños irreparables a la educación pública y de paso beneficios directos e indirectos a la escuela privada. Soy presidente de la Sociedad Española de Profesores de Filosofía (Sepfi) desde hace más de diez años, y en nuestra asociación siempre hemos defendido la información veraz y la crítica racional como únicas armas para debatir sobre todos los aspectos de la reforma educativa. Me parece que la educación española necesita muchos más debates públicos, rigurosos y serenos, entre todos los sectores de la comunidad educativa sin prejuicios partidistas y sin dogmatismos apriorísticos. Lo que nos estamos jugando en el tema de la educación es el futuro de nuestros hijos, la cantidad y calidad de sus conocimientos y de sus actitudes cívicas, y no únicamente un puñado más de votos en las próximas elecciones.-