Enseñanza religiosa

Tal vez yo no encuentre las expresiones más adecuadas, pero no voy a estudiar teología ni quiero para España la reserva espiritual de Occidente, y además, creo firmemente que mis impuestos no deben servir para financiar o pagar los gastos de ninguna confesión, y encuentro extraño que ningún intelectual haya levantado inmediatamente su voz contra la Iglesia católica y contra el Gobierno, y que ahora se afiance mediante un acuerdo con dinero público el pago de la enseñanza de ciertos dogmas. ¿Quién puede garantizar así la libertad de conciencia, y por tanto, la libertad religiosa y el respeto a todas las confesiones?, ¿qué clase de fundamentalismo es éste en que el poder civil y político sirve a un determinado poder religioso?, ¿vivimos una nueva etapa de nacionalcatolicismo? Que sea el Estado Vaticano o sus súbditos los que paguen sus necesidades. Todo esto, porque quiero un Estado moderno, sin trampas, respetuoso con sus ciudadanos.-