Indemnizan con dos millones a la madre de un preso que se ahorcó
El Tribunal Supremo ha condenado al Estado a pagar dos millones de pesetas a la madre de un preso que se ahorcó en la cárcel de A Coruña, debido a que la Administración penitenciaria no adoptó medidas preventivas de control médico del recluso, pese a que padecía "probadas anomalías psíquicas".Jaime L.C. se ahorcó el 20 de octubre de 1986 en la cárcel gallega de A Coruña, donde ingresó como preso preventivo tras incendiar, en agosto del mismo año, la casa que habitaba junto a su madre, usando una bombona de butano.
El acusado alegó que había prendido fuego a la vivienda porque "se le caía encima", y más tarde escribió con su sangre en la copia del auto judicial que decretó su procesamiento: "Esto es un abuso".
El hombre había sido reconocido en 1982 por la Consejería de Bienestar Social de Galicia como minusválido, al estar afectado con carácter permanente de una psicosis paranoide, por lo que fue ingresado en diferentes fechas, entre 1982 y 1985, en el centro psiquiátrico de Conjo, en Santiago de Compostela.
Cuando Jaime L.C. ingresó en la cárcel de A Coruña, en el equipo de Observación y Tratamiento del centro no había nadie que tuviera titulación médica o sanitaria, y el recluso no fue atendido por ningún psiquiatra ni fue enviado a ningún centro psiquiátrico.
El preso no acudió nunca a consulta médica durante su estancia en la cárcel, y únicamente pidió una noche una medicación sedante para poder dormir. Tras su suicidio, su madre reclamó al Ministerio de Justicia una indemnización.
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